La policía antidisturbios en Turquía disparó gases lacrimógenos, balas de goma y usó cañones de agua para dispersar a manifestantes en las ciudades de Estambul y Ankara que salieron a protestar contra los planes del gobierno para imponer restricciones a internet.
Grupos de derechos humanos aseguran que las propuestas generan más censura e incrementan el control gubernamental sobre internet. Se estima que unas dos mil personas participaron en las protestas.
Por su parte, el gobierno dice que quiere proteger la privacidad de los usuarios de internet y bloquear contenidos como la pornografía y el abuso sexual infantil.
Los manifestantes también pusieron de relieve las recientes acusaciones de corrupción en contra de personas cercanas al gobierno.