Ucrania: Rebeldes toman la estratégica ciudad de Debaltsevo

Kiev. El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, no podría haber elegido un escenario más dramático para dar la noticia de la pérdida de la estratégica ciudad de Debaltsevo a manos de los separatistas prorrusos.

"Esta mañana las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional completaron la retirada planeada y organizada de Debaltsevo", dijo Poroshenko con voz sepulcral en una alocución bajo un frío helado en la pista de un aeropuerto en Kiev.

Petro Poroshenko, presidente de Ucrania (Reuters)

En el fondo se escuchaban los motores del Antonov An-74, el avión presidencial que poco después partiría rumbo a la zona de Donbás. Para el líder prooccidental se trata de una visita amarga a las tropas en la zona de conflicto.

En tanto, los rebeldes prorrusos se mostraban satisfechos de haber logrado un objetivo importante y tras tomar el control en la ciudad del este de Ucrania izaban demostrativamente su bandera.

Foto: AP

La televisión estatal rusa mostró cómo decenas de soldados ucranianos eran trasladados por los rebeldes. Exhaustos y sin armas, las tropas gubernamentales caminaban por la nieve, sorteando tanques destruidos y montañas de granadas y casquillos de balas.

Foto: Reuters

Tras el control de Debaltsevo se puede comenzar con la retirada del armamento pesado, dijo el portavoz de los separatistas Eduard Bassurin. Pero de acuerdo con el alto el fuego acordado la semana pasada en Minsk tras las maratonianas conversaciones con la canciller alemana, Angela Merkel, y el jefe del Kremlin, Vladimir Putin, esa retirada debería haber comenzado antes.

Sin embargo, los rebeldes querían conquistar Debaltsevo a toda costa. "Donbás debe florecer, y por eso necesitamos esta ciudad", dijo el líder separatista Alexander Zajarchenko. Miles de soldados ucranianos estuvieron allí cercados por los rebeldes.

En tanto, durante una visita a Budapest, Putin dijo que no lo sorprendieron los combates. La presencia de soldados ucranianos en Debaltsevo era como un "tumor" que entorpecía el proceso de paz.

El presidente ruso negó una vez más la presencia de soldados rusos entre los separatistas. Las unidades rebeldes están integradas por trabajadores de "antiguas minas y ex conductores de tractores" que sólo quieren proteger a sus familias", dijo. "Si bien la derrota es mala (para el ejército ucraniano), la vida sigue", señaló Putin.

Vehículos lanzamisiles de los rebeldes. [AFP

El gobierno alemán condenó hoy en duros términos la toma de Debaltsevo y consideró que la actuación militar de los separatistas "viola masivamente" el alto el fuego vigente desde el domingo.

Pero además, la derrota militar pone nuevamente bajo presión al gobierno de Poroshenko, que ya antes había sido acusado de actuar con demasiada liviandad. Sus opositores en Kiev lo acusan incluso de "traición" por querer resolver por vía política la crisis en la zona de Donbás.

La derrota de Debaltsevo debería tener consecuencias, adelanta el politólogo Vladimir Fesenko en Kiev. Aunque la retirada de los soldados evitó una derrota aplastante, la "destitución del jefe del Estado Mayor Viktor Muschenko es inevitable", señala Fesenko.

Según los observadores, la situación de los militares en Ucrania es dramática. En las últimas semanas, los separatistas han ganado mucho terreno. Pero no sólo el Ejército está bajo fuego, sino que a ello se suman las críticas de que el gobierno en Kiev no tenía "ningún plan real". "Putin nos pone una y otra vez ante hechos consumados", se oye con recurrencia en la capital ucraniana.

Tanques ucranianos destruidos. (AFP)

Desde hace varios meses, los medios de comunicación ucranianos, incluido el canal cinco de Poroschenko, hablan de un solo enemigo: Rusia.

Y ésa es la razón por la cual muchos en el gobierno ucraniano están en contra de una solución política y a favor de una acción militar contra los separatistas. Porque a pesar de las dolorosas sanciones de Occidente nadie espera realmente que Rusia ceda en la lucha por la influencia en el este de Ucrania.

Lo que está claro es que muchos en Moscú y Kiev ven los próximos días como una "última oportunidad" para sacar adelante el proceso de paz de Minsk.

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