Hong Kong. Un policía de Hong Kong recibió el domingo un flechazo en la pierna, y las autoridades emplearon gas lacrimógeno y cañones de agua para intentar expulsar a los manifestantes que ocupaban un campus universitario y las calles cercanas.
La flecha alcanzó a un agente de enlace con los medios, que fue trasladado al hospital, según la policía. Imágenes en la página de Facebook de la policía mostraban la flecha sobresaliendo de la parte trasera de la pantorrilla del agente.
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Camiones con cañones de agua avanzaron sobre ladrillos y clavos esparcidos por los manifestantes y los rociaron a corta distancia, en un intento de dispersar a los manifestantes de las calles en torno a la Universidad Politécnica de Hong Kong.
Los choques llegaron tras horas de asedio y violentos altercados la noche anterior.
Un gran grupo de personas acudió a intentar retirar los escombros en una calle cerca del campus, pero fue repelido por los manifestantes.
La policía antimotines formó a unos pocos cientos de metros (yardas) y lanzó varias rondas de gas lacrimógeno a los activistas, que se refugiaron tras una línea de paraguas de lado a lado de la calle y lanzaron bombas incendiarias a los árboles y arbustos en la zona, prendiéndoles fuego.
Los cañones de agua llegaron a primera hora de la tarde. Uno de ellos empleaba agua teñida de azul para empapar a los manifestantes.
La escaramuza se produjo horas después de fuertes choques en los que ambas partes se arrojaron gas lacrimógeno y bombas incendiarias que provocaron fuegos en la calle. Muchos manifestantes se retiraron al campus de la Politécnica, donde se atrincheraron en los edificios y establecieron puntos de control en los accesos.
Los manifestantes, que ocuparon varios campus importantes durante buena parte de la semana pasada, se han retirado de casi todos los centros universitarios salvo por un grupo en la Politécnica. Ese grupo también ha cortado el acceso al cercano túnel de Cross-Harbour, uno de los tres grandes túneles para tráfico rodado que conectan la isla de Hong Kong con el resto de la ciudad.
En otros puntos de la ciudad, trabajadores y voluntarios -incluido un grupo de soldados chinos que salieron de sus barracones- despejó carreteras el sábado al marcharse la mayoría de los manifestantes.
Hubo incidentes dispersos en los que los manifestantes discutieron con quienes limpiaban calles y en un caso alguien lanzó una bomba de gasolina cerca de la Ciudad Universitaria de Hong Kong.
Legisladores de oposición emitieron un comunicado criticando al Ejército chino por sumarse a la operación. El Ejército está autorizado a ayudar a mantener el orden público, pero solo a petición del gobierno de Hong Kong.
Decenas de soldados chinos, vestidos con pantalones cortos negros y camisetas color oliva, salieron de un cuartel para recoger adoquines, piedras y otros objetos diseminados en las calles que impedían la normalidad del tránsito. La policía antidisturbios de Hong Kong estaba pendiente desde calles próximas.
El gobierno de Hong Kong dijo que no había solicitado la asistencia militar en las labores de limpieza y las describió como una actividad comunitaria voluntaria.
Las protestas en Hong Kong comenzaron hace más de cinco meses en respuesta a una propuesta de ley que habría permitido extraditar a sospechosos de delitos a la China continental. Los activistas lo percibieron como una erosión de la autonomía hongkonesa según el sistema de “un país, dos sistemas” introducido en 1997, cuando Gran Bretaña devolvió el territorio a China.
La ley se ha retirado, pero las protestas han evolucionado en un movimiento de resistencia más amplio contra lo que se percibe como el creciente control de Beijing sobre Hong Kong, así como reclamaciones de reformas democráticas para el territorio semiautónomo.
Fuente: AP