Brasilia. El mandatario de Brasil, Jair Bolsonaro, bajó este martes el tono en relación con el peronista Alberto Fernández y, unas horas antes de su investidura como presidente de Argentina, expresó su deseo de que “acierte” en la conducción de ese país.
“No queremos pelear con Argentina. Queremos hacer comercio con todo el mundo”, declaró Bolsonaro a periodistas a las puertas de su residencia oficial en Brasilia, un día después de que decidiera enviar a la investidura de Fernández a su vicepresidente, Hamilton Mourao.
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“Estoy deseando que Argentina acierte”, agregó Bolsonaro, quien aún así consideró que el nuevo presidente del país vecino “va a tener problemas para imponer sus políticas”, pues la ahora oposición encabezada por el mandatario saliente, Mauricio Macri, tendrá una fuerte presencia en el Parlamento.
El ultraderechista Bolsonaro, quien tiene profundas diferencias ideológicas con el peronista Fernández, ya había avisado de que no pretendía ir a la investidura y había encargado representar a Brasil a su ministro de Ciudadanía, Osmar Terra.
Sin embargo, por razones que no fueron aclaradas, el propio jefe de Estado decidió el pasado fin de semana que Terra ya no iría y que su gobierno sería representado en Buenos Aires por el embajador del país en Argentina, Sérgio Danese.
Este lunes, sin embargo, dio otra vez marcha atrás y designó para representarlo en la toma de posesión de Fernández al vicepresidente Mourao, general de la reserva considerado como una de las voces más moderadas en el gobierno del ultraderechista.
Durante la campaña electoral argentina, Bolsonaro profirió duras críticas contra el nuevo presidente y la entonces candidata a la Vicepresidencia, Cristina Kirchner, a quienes llegó a calificar de “bandidos de izquierdas”.
El gobernante brasileño también censuró una visita que Alberto Fernández hizo al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva cuando aún estaba en la cárcel, y consideró ese gesto como una “inaceptable intromisión” en asuntos del Poder Judicial brasileño.
Fuente: EFE