Agentes de la DEA están seguros de que al menos dos de los invitados a la lujosa boda de Alejandrina Guzmán, una de las hijas del jefe del Cártel de Sinaloa Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, estaban siendo buscados por la justicia.
Por eso, Estados Unidos y autoridades mexicanas consideran como una provocación tanto el evento como las fotos y videos que la familia del condenado capo de las drogas están subiendo a redes sociales.
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La boda se efectuó el 25 de enero y para ello fue acordonada la catedral de Sinaloa.
El novio fue identificado como Edgar Cázares, sobrino de Blanca Margarita Cázares Salazar, conocida como “la Emperatriz del narco” por ser su presunta gran lavadora de dinero.
Los invitados llegaron en camionetas blindadas y fuertemente escoltados por aparatos militares. Se cree que uno de ellos era Ovidio Guzmán, el hijo de ‘El Chapo’ a quien escuadrones de la mafia liberaron el año pasado tras un operativo del Ejército mexicano.
Un cantante conocido como Julio Álvarez y la llamada Banda Cribe estuvieron a cargo del espectáculo tras la ceremonia religiosa.
Para celebrar la unión se apartó el gran salón Álamo Grande, fuertemente custodiado por hombres armados.
Alejandrina permanece en la legalidad y se dedica a promocionar en redes una línea de ropa que lleva el nombre del capo, quien paga cadena perpetua en Estados Unidos.
Fuente: “El Tiempo” de Colombia, GDA