Autoridades realizan las investigaciones en el lugar. FOTO: Agencia Kronos
Autoridades realizan las investigaciones en el lugar. FOTO: Agencia Kronos

Lo que empezó como una jornada de baile y alegría al compás de la música champeta terminó en una noche de terror para los habitantes del barrio Villanueva, entre el río Magdalena y el corredor portuario de Barranquilla, .

El picó Aries Super Turbo sonaba a todo volumen a las 11 de la noche de este domingo 19 de marzo, pero el estribillo del género urbano fue silenciado por al menos cinco sujetos que abrieron fuego contra la multitud, apagando también la vida de cinco personas.

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“Mi papá se fue a jugar fútbol en horas de la tarde, regresó y estaba contento, porque hizo varios goles y le dijo a mi mamá que no estaba tan viejo. Y pues se fue al bazar a celebrar con ella”, le dijo Yurleidys al portal Última Hora Magdalena.

Ella es hija de Moisés Rafael Pacheco de la Cruz, una de las víctimas mortales de esta nueva masacre en la capital del Atlántico.

Si bien la rumba alcanzaba su mejor momento a instantes de llegar la medianoche, el preámbulo del baile surgió desde las 12 del mediodía en un establecimiento de la calle 2B con carrera 42, cuando el equipo de sonido empezó a hacer sus pruebas.

Las primeras pruebas para encender la fiesta

Un picó amenizaba la fiesta. Foto: Suministrada
Un picó amenizaba la fiesta. Foto: Suministrada

Luego de estabilizar el brillo y el bajo de la champeta que sonaba de fondo, el picó estaba listo para encender la fiesta en el estadero de razón social JC, donde los primeros asistentes podían degustar de la gastronomía local que ofrecía un vendedor informal en un estante de fritos.

En las casas contiguas de este sector, donde confluyen comunidades vulnerables de estratos bajos, algunos hombres y mujeres se pusieron su mejor ‘pinta’ para departir después del atardecer con bebidas embriagantes.

Llegaron y se sentaron en las sillas plásticas localizadas en la terraza del establecimiento para obtener la mejor ubicación, a un lado del parlante de gran tamaño.

Con el pasar de las horas, el ánimo iba aumentando, impulsado por las cervezas y uno que otro trago. Otros visitantes se animaron, pero no encontraron cupo en la terraza, por lo que no les quedó de otra que ubicarse al frente del estadero.

El inicio del horror en Villanueva

La Policía ofrece recompensa por los hechos. Foto: Agencia Kronos
La Policía ofrece recompensa por los hechos. Foto: Agencia Kronos

De pronto, a las 11:10 de la noche, se escucharon los primeros disparos: desconocidos que llegaron al lugar dispararon contra todos los que bailaban, sin mediar palabras con alguno, según indicaron testigos.

“Se escucharon varias ráfagas”, aseguró uno de los presentes, quien describió el momento de zozobra y angustia, tras quedar en medio de las balas. Buscó un refugio y logró resguardarse. El pánico ya estaba sembrado en el sector.

Los videos que fueron difundidos en las redes sociales mostraban charcos de sangre junto a varios cuerpos. Se dice que al menos tres personas murieron en el lugar, mientras que el deceso de otras dos se confirmó en el centro asistencial a donde fueron trasladadas.

Caos en el Hospital General de Barranquilla

Dicho centro asistencial fue el Hospital General de Barranquilla, en el Centro de la ciudad y cercano al lugar de la matanza. Del pánico de Villanueva al caos que invadió a esta institución médica, con más de una decena de heridos que llegaban, uno tras otro.

Allí, el personal de salud corría desesperadamente para salvar la vida de los lesionados. “¡Búscame catéter, búscame catéter!”, le pedía un médico a su auxiliar, mientras oprimía el pecho de un hombre ensangrentado.

De igual modo, otros ciudadanos jóvenes, ajenos a los galenos, lloraban en una zona aislada para ellos, solicitando a los profesionales que le salvaran la vida a sus allegados. Un uniformado de la Policía les indicaba que no podían estar en el lugar y debían marcharse.

Los cinco asesinados, entre los que están dos mujeres, fueron identificados como: Ludy del Carmen Londoño Muñoz, Georgina Ortiz Berrío, Moisés Rafael Pacheco de la Cruz, Dailes Mar Coronel Álvarez y Alberto Enrique Guerrero.

Mientras que los nombres de los heridos son: Jhon Jaime Polo Perea, Diana Patricia Coronado Villanueva, Miguel Ángel Castillo Bradford, Brandon Steven Gómez Vergara, Heliodoro Oliveros Rodríguez, Fernando Antonio Rocha Concha, Walberto Romero Arriguez, Yudis Patricia Barón Rivera, Zuleimy María Arroyo Durán, Daniel de Jesús Beleño Romero, Jenyfer Paola Cervantes González, Juan Carlos Suárez Arriguez, Wilson Montes Genes y Clara Navarro Aconcha.

En el sector se vive un ambiente de zozobra. Foto: Agencia Kronos
En el sector se vive un ambiente de zozobra. Foto: Agencia Kronos

Así se enteró Barranquilla de una nueva masacre

Pasó la noche y llegó el amanecer del lunes 20 de marzo. Los primeros rayos del sol iluminaron la zona de la masacre, pudiéndose dimensionar la magnitud del horror y el rostro de estupor de sobrevivientes y vecinos.

Mientras que el resto de la ciudad se enteraba por las redes sociales de una nueva masacre, la segunda en menos de dos meses, tras la registrada en el barrio El Santuario, donde cuatro personas fueron asesinadas.

“Mi sentido pésame para todos los familiares de las personas que fallecieron, no sabemos ni qué pasó. No nos explicamos. Siento mucho, gente del barrio Villanueva. Qué triste que por primera vez fue allá la Organización Aries Super Turbo y pasara esto”, lamentó este lunes un vocero del picó que amenizaba la fiesta.

Hoy, familiares de las víctimas lamentan la partida de sus seres queridos, entre ellos los parientes de Moisés Pacheco, el futbolista aficionado que fue a celebrar su gesta y encontró la muerte, otra en esta ola de violencia que invade a Barranquilla.

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