Beatriz Sánchez (AFP).
Beatriz Sánchez (AFP).
Redacción EC

La periodista , candidata presidencial durante las se presenta por la emergente coalición izquierdista Frente Amplio. Irrumpe en la política con una férrea defensa del aborto libre, el matrimonio igualitario y la paridad de género, en un país que aún no se ha despojado de sus raíces conservadoras.

Con la vista puesta en los derechos de las mujeres y de los más desfavorecidos, Sánchez, premiada como Mejor Periodista Televisiva en 2014 y Premio Raquel Correa 2016, representa un proyecto que "cree en la igualdad y en que las mujeres deben organizarse de otra manera, libres de jerarquías y discriminaciones".

A la candidata de la izquierda extraparlamentaria se la ha catalogado de feminista, pero ella puntualiza que más bien le gusta que la consideren "de personalidad feminista".

Con la esperanza puesta en "un  distinto", Sánchez aboga por un país en el que las mujeres "puedan decidir sobre su cuerpo" y los pueblos originarios "sobre su futuro" y en el que además se pueda conversar democráticamente sobre la pesada herencia de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

A sus adversarios políticos, dice, "les desespera una mujer que asume el liderazgo a su manera" y que no se ajusta a los moldes estrechos con que ellos miran la realidad.

Chile se merece una alternativa y por eso "el Frente Amplio llegó para quedarse", declaró tras vencer en las primarias celebradas en el Frente Amplio en junio pasado, en las que se impuso al sociólogo Alberto Mayol.

De 46 años, con una amplia y reconocida trayectoria en los medios audiovisuales, Sánchez confiesa que no se veía en la política, pero que el masivo apoyo que obtuvo de los partidos y las organizaciones de izquierda le llevó a ser una de las apuestas más sólidas para los comicios del domingo próximo.

Cuando oficializó su postulación empezó a subir rápidamente en las encuestas, casi segura de pasar a una eventual segunda vuelta el 17 de diciembre junto al expresidente conservador Sebastián Piñera. Sin embargo, sus expectativas han caído en los últimos sondeos.

Pero la candidata del Frente Amplio puntualiza que las encuestas "muchas veces se equivocan" e insiste en que los resultados de los sondeos no son decisivos para una elección presidencial.

Titulada por la Universidad de Concepción, Sánchez, periodista desde 1994 en diversas radios y canales de televisión de Chile, ha declarado públicamente "su distancia" con los empresarios, a quienes no ve como "generadores de empleo, motor del desarrollo y emprendedores" sino que le levantan "todas las sospechas del mundo", declaró en una reciente entrevista.

La aspirante de la izquierda emergente denuncia la "desigualdad brutal" evidenciada por el hecho de que el 1% del país concentra el 35% de la riqueza, la mitad de los trabajadores gana menos de 300.000 (unos 470 dólares) y los empresarios son los que menos impuestos pagan de la OCDE.

Partidaria de gravar con un impuesto del 2 % anual el patrimonio de los "súper ricos", Sánchez espera presidir un país en el que las mujeres ganan hasta un 40 % menos que los hombres y ocupan menos del 20 % de los cargos directivos.

También apoya la protección constitucional de los derechos sexuales y reproductivos, una ley de aborto que permita a las mujeres decidir por sí mismas la interrupción del embarazo y que el Estado sea garante de este derecho.

Entre sus propuestas figura un sistema de pensiones universal y no discriminatorio; un sistema nacional de cuidados de la niñez, la vejez y los discapacitados y un sistema de salud solidario.

Aboga además por una ley de matrimonio igualitario y una nueva Constitución elaborada en asamblea, propuestas todas que podrían marcar la diferencia si finalmente logra disputarle la presidencia al ex mandatario conservador, que encabeza las encuestas. 

(Fuente: EFE)

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