A las pocas horas de reportarse el ingreso a Corte Suprema, el Congreso y el Palacio presidencial de Brasil en la capital Brasilia por manifestantes bolsonaristas que no reconocen la elección de Lula Da Silva, se viralizaron diferentes imágenes en las redes sociales que dan cuenta de los destrozos llevados a cabo en el interior de los edificios. Allí, en medio de bombas de estruendo y humo, hubo pintadas, cuadros de alto valor destruidos, saqueos, y ventanales agrietados con objetos contundentes.
En medio de la multitudinaria manifestación, las personas que decidieron ingresar desde la Plaza de los Tres Poderes a los edificios ingresaron con bombas de humo que detonaron y activaron, como consecuencia, los aspersores anti incendios. En medio del agua y el humo, los atacantes quitaron algunos cuadros de los recintos e ingresaron al senado federal.
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En el lugar se ubicaron las butacas de los senadores, y del presidente del senado. Además, en las paredes externas, se registraron pintadas y vidrios destrozados con piedras, martillos y objetos punzantes.
Los destrozos de la multitud no solo incidieron en el interior de los edificios, sino que en la plaza central de los Tres Poderes se rompieron baldosas y asfalto además del cesped y pinturas en los monumentos y paredes aledañas.
Los clips difundidos en las redes sociales bajo la tendencia de “golpe de estado” en Brasil, muestran cómo un grupo de agresores rompen las mesas de cristal de piedras con pedazos de escombros.
También sufrieron daños las alfombras y ventanales de la Corte Suprema y el Congreso. Los invasores, ingresaron hasta la segunda planta antes de ser desalojados por la fuerzas de seguridad destruyendo las mangueras de incendio.
Por otro lado, en el Senado, la fachada quedó destruida por el impacto de proyectiles arrojados por los manifestantes. Si bien no se registraron armas de fuego en la movilización, sí se reportaron explosivos menores de humo y estruendo.
La mayoría de los usurpadores vestían camisteas de la selección braisleña de fútbol, al igual que banderas, pantalones y sombreros. Unos pocos decidieron ocultar su rostro con pasamontañas y tapabocas para evitar ser identificados por las cámaras de seguridad.