Rafael Barrios, uno de los abogados del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, solicitará mañana a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que decida esta misma semana si concede las medidas cautelares a su cliente.
Barrios explicó que tenía previsto visitar hoy la CIDH, pero el temporal de frío y nieve que afecta a la ciudad de Washington ha mantenido cerrada la sede del organismo, por lo que su reunión se ha aplazado hasta mañana a primera hora.
Barrios instará a sus interlocutores a acelerar la gestión de la petición de medidas cautelares para Petro, destituido de su cargo por el procurador general de Colombia, Alejandro Ordóñez, por una supuesta mala gestión durante una crisis de basuras desatada en Bogotá en el 2012.
"Aspiramos a que esta medida se tome lo más pronto posible, en el transcurso de esta semana o a más tardar antes del 29 de enero", afirmó Barrios.
Es ese día "cuando quedaría en firme la decisión del procurador general en Colombia" y por tanto la defensa de Petro la ve como "la fecha límite en la que la comisión debe pronunciarse", explicó.
"Confiamos en que la comisión va a otorgar las medidas cautelares para reparar los derechos políticos del alcalde Petro y de sus electores, con base en el artículo 23 de la Convención Americana de Derechos Humanos (CADH)", apuntó.
Ese artículo "prohíbe que sean destituidos o inhabilitados funcionarios elegidos por voto popular", a no ser que la decisión provenga de "un juez penal de la república" y "en ningún momento" de "un funcionario administrativo mediante una decisión disciplinaria".
Barrios afirmó que hay "antecedentes jurisprudenciales y doctrinarios" en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos "para que se den las medidas en favor del alcalde".
En concreto, citó los casos de concesión de medidas cautelares al opositor venezolano Leopoldo López y al ex canciller mexicano Jorge Castañeda, quien en el 2005 acudió a la CIDH porque el Instituto Federal Electoral de México se negaba a inscribirlo como candidato a las elecciones presidenciales por no pertenecer a ningún partido.