El general del Ejército colombiano Rubén Darío Alzate, que permaneció dos semanas en poder de la guerrilla de las FARC y cuya captura provocó la peor crisis en la negociación de paz con el Gobierno, solicitó el lunes su retiro del servicio activo
Alzate hizo dicho pedido tras admitir públicamente que cometió un error que permitió su retención por parte de los insurgentes.
El general Alzate, comandante de una unidad especializada en la lucha contrainsurgente, cayó en poder de rebeldes de las FARC con dos acompañantes el 16 de noviembre cuando sin escoltas y sin uniformes viajó en una lancha por un río hasta un caserío del departamento del Chocó.
"Por mi honor militar, como primera virtud del soldado que he respetado sirviendo por más de 33 años de entrega y desprendimiento a nuestra patria, y por el amor y respeto a nuestra institución militar que por este hecho se ha visto afectada, he solicitado al Gobierno nacional mi retiro del servicio activo", dijo el general al leer una declaración, acompañado de su esposa y sus hijos.
El general Alzate es abrazado por uno de sus hijos. (Reuters).
El oficial reveló que durante los 14 días en poder de la guerrilla fue esposado, amarrado, obligado a caminar largas jornadas en medio de la selva y amenazado de muerte.
Alzate, quien se convirtió en el oficial de mayor rango capturado por la guerrilla en más de 50 años de conflicto, fue liberado el domingo con un suboficial y una abogada en una zona selvática de Colombia, en donde la guerrilla los entregó a una misión humanitaria conformada por representantes de Cuba, Noruega y el Comité Internacional de la Cruz Roja.
Horas después de la captura del general, calificada por el Gobierno como un secuestro, el presidente Juan Manuel Santos suspendió la negociación de paz que en dos años ha dado más frutos que todos los esfuerzos anteriores para poner fin al conflicto de medio siglo que ha dejado más de 200.000 muertos y millones de desplazados.