No lo he visto más que en fotografías y videos, pero un delgado bigote cada vez más canoso y las arrugas que se multiplican alrededor de los ojos le dan a Nicolás Rodríguez Bautista, el máximo comandante del Ejército de Liberación Nacional (ELN), un aire cada vez más cansado.
No es para menos: "la segunda guerrilla de Colombia" cumplió esta semana 50 años de fundada y Gabino –como se conoce a Rodríguez Bautista en las filas insurgentes– ha sido parte de esa lucha desde sus inicios, hasta el punto que su vida y la del ELN son virtualmente inseparables.
Nacido el 25 de enero de 1950, el líder guerrillero nada más tenía 14 años cuando se sumó a la marcha fundacional del grupo guerrillero por las montañas del nororiental departamento colombiano de Santander, de donde él también es originario.
Y, a pesar de su juventud, también participó en la toma del poblado santandereano de Simacota del 7 de enero de 1965, la primera acción armada en la historia del ELN.
"Él no ha tenido vida distinta a la de la guerrilla. Es un guerrillero digamos que 'puro', porque ha hecho toda su vida ahí", resume León Valencia, un exintegrante del ELN que se desmovilizó en 1994 para reintegrarse a la vida civil.
"Es una figura mítica de ese movimiento, tiene toda la historia de ellos en sus carnes y en sus huesos", dice del hombre que, por los azares de la historia, también podría estar llamado a ponerle punto final al conflicto más prolongado del continente americano.
Pláticas "exploratorias"
Efectivamente, el pasado 10 de junio el gobierno de Colombia y el ELN confirmaron haber iniciado conversaciones exploratorias de cara a un proceso de paz.
Y Valencia –un reputado analista político que actualmente se desempeña como presidente de la Fundación Paz y Reconciliación– está convencido de que, llegado el momento, Gabino está llamado a jugar un papel fundamental.
"Paradójicamente, aunque es el más viejo guerrillero, el más metido allá, lo que yo he sentido siempre es que es de la línea más flexible para meterse en un proceso de paz. Los duros siempre han estado en otro lado", le dice a BBC Mundo.
Mientras que Carlos Arturo Velandia, otro exmiembro del ELN, ahora vinculado al Instituto de Estudios para la Paz de la Universidad de Barcelona, cree que la autoridad moral del comandante eleno podría resultar clave si se formaliza el diálogo, que vendría a complementar el actual proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y podría así ponerle fin de una vez por todas al conflicto armado colombiano.
"(El de Gabino) es un liderazgo que no se discute ni se discutirá. Es el líder (del ELN) y deberá llevar a la organización al final de sus días como organización armada para al mismo tiempo ser quien le dé una nueva vida como una organización dispuesta a hacer lucha política sin armas", afirma Velandia.
"Gabino tiene esta gran oportunidad. Confío en que sabrá aprovecharla", agrega.
¿Pero cómo llegó este hijo de humildes campesinos de Santander a convertirse en el máximo líder de la segunda guerrilla más antigua de Colombia? ¿Y qué tan sólido es su liderazgo?
Desde los 13 años
Según Velandia –quien en su momento integró la Dirección Nacional del ELN bajo el seudónimo de "Felipe Torres"–, el padre del actual comandante eleno era un viejo líder comunista de la selvática zona de San Vicente de Chucurí conocida como "la Serranía de los Cobardes", a la que en 1964 llegó un grupo de estudiantes colombianos provenientes de Cuba con el objetivo de iniciar una revolución armada.
"Y cuando Fabio Vásquez y Víctor Medina Mora, los fundadores del ELN, escogen la zona [para empezar su campaña militar], el padre de Gabino, en medio de su pobreza, les procura toda la ayuda y todo el apoyo del que es capaz", le dice a BBC Mundo.
Gabino empezaría así, a los 13 años de edad, a desempeñarse como "correo" del incipiente movimiento guerrillero.
Y a pesar de la oposición de Vásquez y de su propio padre –quienes lo consideraban demasiado joven para la guerra–, pronto también tomaría parte en las primeras acciones militares.
"Era un chico muy avisado – aquí en Colombia decimos 'muy abeja', muy avispado– que rápidamente se ganó el cariño de la totalidad de los miembros de la guerrilla, en su mayoría campesinos de la región", cuenta Velandia.
El joven rápidamente también terminaría convirtiéndose en una especie de protegido de Fabio Vásquez, quien pasaría a encargarse personalmente de su formación.
"Gabino muy rápidamente aprende las artes de la guerra, pero también las tesis políticas del Ejército de Liberación Nacional", cuenta Velandia.
"Va madurando, va madurando, y a medida que pasan los años va adquiriendo también más responsabilidades", dice el exguerrillero, quien define a Gabino como un "líder natural".
"Líder natural"
La misma expresión –"líder natural"– también es empleada por León Valencia para referirse al comandante eleno.
"Es un campesino muy, muy, muy inteligente. Un ejemplo de esos liderazgos que a punta de malicia y astucia se dan en ese mundo tan agreste del campo y tan difícil de estas montañas colombianas", le dice a BBC Mundo.
"Pero (Gabino) también se convirtió como en una leyenda, porque una persona que sobrevive a semejante cantidad de ofensivas del ejército, que pasa todas las crisis y está ahí en la guerrilla siempre, lo que termina es irradiando una especie de autoridad mítica y moral", explica.
Según Velandia, se trata además de una autoridad nunca cuestionada,
"Frente a Gabino nunca hubo la menor duda ni se despertaron tampoco celos", le dice a BBC Mundo
"De hecho, su liderazgo es tal que en el momento del estallido de la crisis al interior de la organización, en los años 70, nadie pone en duda que es Gabino el que tiene que ponerse al frente, para encauzar y sacar adelante a la organización".
La crisis a la que se refiere Velandia es la que estalló luego de la fallida toma de Anorí, Antioquía, en agosto de 1973.
La fracasada acción militar se salda con la muerte de dos hermanos de Fabio Vásquez, Manuel y Antonio, y el liderazgo del fundador del ELN empieza a ser objeto de cuestionamientos y críticas por parte de otros miembros de la organización.
"Las cosas realmente venían mal. Había disensos que venían siendo acallados a punta de fusilamientos", cuenta Velandia.
"Pero eventualmente Fabio se enferma y sale del país, a Cuba, y en esas circunstancias hay una situación como de respiro en que los combatientes y militantes del ELN van y le dicen a Gabino: 'usted tiene que ponerse al frente, pero a Fabio hay que decirle que no más, que la organización debe rectificar, pero sin él'", relata.
Comandante único
En el proceso de reconstrucción que sigue a la destitución de Fabio Vásquez, sin embargo, el ELN termina apostando por un modelo de liderazgo colectivo.
Y en el año 1983 la denominada "primera responsabilidad política" le es asignada al sacerdote español Manuel "El Cura" Pérez, mientras que Gabino se queda con la responsabilidad militar.
Es con el ELN todavía organizado de esa manera que Gabino es entrevistado por el actual corresponsal del BBC Mundo en México, Juan Carlos Pérez, trece años más tarde.
El encuentro se produjo en el año 1996 "en algún lugar del sur del departamento del César", al que Pérez llegó luego de un viaje larguísimo "que en realidad fue un gran rodeo para llegar al sitio".
"La idea era entrevistar a Manuel 'El Cura' Pérez. Sin embargo el sacerdote español no estaba en el campamento provisional", recuerda el corresponsal de BBC Mundo, quien para ese entonces trabajaba para el periódico El Colombiano.
"Pero hablamos con él por radioteléfono. Y tiempo después caí en cuenta que probablemente ya estaba enfermo de la hepatitis que se lo llevó en 1998".
La muerte del sacerdote español le permitiría a Rodríguez Bautista asumir por segunda vez la máxima comandancia del ELN, más de 30 años después de haber ingresado a la organización.
"La impresión que me dio Gabino fue la de ser un típico campesino colombiano: inteligente y sencillo, de buen humor, profundamente práctico", dice Pérez.
"Sin embargo, detrás de su amabilidad se adivinaba el brillo del hierro", recuerda.
Hablando de paz
Para ese entonces, como ahora, se especulaba sobre la posibilidad de un proceso de paz con el ELN.
"No sé si en ese entonces Gabino pensaba convertirse en el máximo comandante del Ejército de Liberación Nacional y menos en el guerrillero más viejo del mundo. Pero hablaba, y mucho, de paz", cuenta Pérez.
Valencia recuerda algo parecido de su última conversación con Gabino "en la última semana de noviembre de 2007, en Caracas, durante tres días".
"En ese momento tenía mucha ilusión y mucha esperanza porque el gobierno colombiano había autorizado la mediación y labores de facilitación al presidente (venezolano Hugo) Chávez", cuenta Valencia.
"Yo lo que vi en Gabino fue una disposición a venir, me dijo, y lo publiqué así: 'estoy dispuesto a ir a firmar un acuerdo de paz con el presidente Uribe en el hotel Tequendama en Bogotá'", recuerda.
Según Valencia la negociación se frustró cuando el comisionado de paz de ese entonces, Luis Carlos Restrepo, les exigió que se concentraran en un sitio y se identificara, algo que los rebeldes no estaban dispuestos a hacer en ese momento de la negociación.
"Hay dos cosas determinantes que explican por qué esta guerrilla se sentó a negociar. Primero porque perdió la ilusión del triunfo. Sabe que no va a ganar la guerra. Sabe que no hay ninguna posibilidad, la más mínima posibilidad de que por la vía de las armas se tomen el poder", le dice a BBC Mundo.
"Y lo otro es que ha habido una redefinición del enemigo. Aquí antes se tenía la idea de que arriba lo que había era un bloque unánime de la dirigencia del país. Y ahora lo que empiezan a ver es que aquí hay una fracción durísima del establecimiento de derechas, encabezada por Uribe, pero también unas fracciones del establecimiento, de la dirigencia del país, que tienen algunas posibilidades de modernización y de reformas", explica el analista.
Las dificultades
Valencia, sin embargo, también es consciente de las dificultades de cualquier negociación.
"La dificultad del ELN para dar ese paso hacia las negociaciones de paz, es que es una organización muy descentralizada, es una organización que camina a veces al ritmo del más atrasado, el menos dispuesto a la audacia. Siempre están cuidando la unidad del grupo, siempre están bregando hasta que el último esté de acuerdo con cualquier decisión, que es muy distinto a las FARC que es una organización centralizada que toma una decisión y la lleva a cabo".
"Pero en la medida que haya un consenso hacia la paz el que lo representaría sería Gabino. Y por eso es clave que él esté", le dice a BBC Mundo.
Velandia también destaca importancia simbólica de la participación del longevo comandante guerrillero.
"Obviamente, en el ELN siempre nos hemos sentido muy orgullosos de Gabino, de haber podido contar con una persona con ese nivel de entrega. Pero también es una tragedia para una sociedad, un fracaso, ver como hay personas que crecen y se desarrollan, nacen y mueren en la guerra. No podemos sentirnos orgullosos de tener los guerrilleros más viejos del planeta", le dice el exguerrillero a BBC Mundo.