Bogotá. El Senado de aprobó este martes el acuerdo de paz sellado la semana pasada por el gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla , en el primer paso para la refrendación del pacto que el miércoles será debatido en la Cámara de Representantes.


"Con un total de 75 votos por el 'Sí', no hay ningún voto en contra, ha sido aprobada la proposición" presentada por un grupo de senadores para "refrendar el acuerdo final de paz", que fue firmado la semana pasada por las partes para poner fin a un conflicto armado de más de medio siglo, informó el secretario del Senado.

Colombia comenzó este martes en el Congreso el proceso de refrendación del acuerdo de paz firmado la semana pasada por el gobierno y la guerrilla FARC, que busca poner fin a medio siglo de conflicto y que las partes esperan sea rápidamente aprobado.

El texto, renegociado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas) para incluir propuestas de la oposición luego de que el pacto original fuera rechazado en un plebiscito el 2 de octubre, deberá ser aprobado o rechazado como un todo por ambas cámaras del Congreso.

El debate comenzó en la plenaria del Senado, donde el jefe negociador del gobierno de Colombia, Humberto de la Calle, dijo que sería "un error desaprovechar la oportunidad de refrendar este acuerdo y de implementarlo rápidamente".

El alto comisionado para la paz, Sergio Jaramillo, destacó igualmente "la urgencia de pasar a la implementación". Las FARC, surgidas de una insurrección campesina en 1964 y con 5.765 combatientes en la actualidad, son la guerrilla más antigua de América Latina.

Esta es la cuarta vez que intentan un proceso de paz con el gobierno colombiano, tras fracasar en diálogos con los presidentes de Belisario Betancur (1982-1986), César Gaviria (1990-1994), y Andrés Pastrana (1998-2002).

"Una guerrilla no se puede quedar en el estado en que están las FARC eternamente, tienen que transitar a la dejación de armas y pasar a la legalidad", dijo Jaramillo, quien junto a De la Calle encabezó el equipo del gobierno en las negociaciones de paz que se desarrollaron en Cuba durante cuatro años.

Jaramillo también explicó que "la incertidumbre" en torno al acuerdo "ha exacerbado las tensiones en los territorios", donde en las últimas semanas han sido reportados homicidios y atentados contra varios líderes sociales, principalmente en el sur y oeste del país.

Además, hace pocas semanas, dos guerrilleros de las FARC fueron abatidos en supuestos combates con el Ejército, a pesar del cese al fuego que las partes mantienen desde fines de agosto.

El Congreso de Colombia, en el que el presidente de centro-derecha Juan Manuel Santos cuenta con mayoría, fue elegido por las partes como medio de refrendación precisamente para acelerar la aprobación del pacto.
 

"PRESIÓN INDEBIDA"

Después de las intervenciones de los representantes del gobierno, los senadores escucharon también las posiciones de delegados de víctimas del conflicto armado y de otros sectores de la sociedad, con argumentos tanto a favor como en contra del pacto.

En el marco de la plenaria, quienes abogan por aprobar el acuerdo destacaron los cambios introducidos para incluir propuestas de la oposición.

Sin embargo, el ex presidente y actual senador derechista Álvaro Uribe, cabeza de la oposición, insistió en rechazar el acuerdo así como el hecho de que su refrendación se dé en el Congreso y no mediante una nueva consulta popular.

"Creemos que un acto del Congreso no puede sustituir un acto de refrendación", de "democracia directa", dijo Uribe. El ex mandatario de Colombia calificó además como "una presión indebida en contra del ordenamiento jurídico" la premura del gobierno por aprobar el acuerdo.

El senador se opone al pacto por considerar que trae "impunidad total" y otorga elegibilidad política a guerrilleros culpables de crímenes atroces antes de que cumplan sus penas, e insiste en la necesidad de mejorar aún más el texto.

Al comienzo de la sesión, los senadores guardaron un minuto de silencio por las víctimas del avión siniestrado con el equipo brasileño Chapecoense cerca de Medellín, donde debía jugar la final de la Copa Sudamericana contra Atlético Nacional.

El conflicto armado colombiano, del que también han participado otras guerrillas, paramilitares y agentes estatales, ha dejado al menos 260 mil muertos, 60 mil desaparecidos y 6,9 millones de desplazados.

(Fuente: AFP)


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