Quito. Los enfrentamientos en Ecuador han recrudecido en las últimas horas con la llegada de miles de manifestantes indígenas a Quito, lo que ha provocado la evacuación del Palacio presidencial y el traslado de la sede de Gobierno a Guayaquil.
Las estrechas calles del centro histórico volvieron a convertirse en un campo de batalla entre manifestantes de distintos grupos y la policía, con la quema de neumáticos, lanzamiento de piedras, cócteles Molotov y destrucción masiva de propiedad pública.
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Como en las de la semana pasada, en las protestas de este comienzo de semana también tomaron parte grupos de izquierdas, sindicalistas y jóvenes de distintas afiliaciones políticas de oposición, a los que se sumaron los primeros indígenas que consiguieron llegar a Quito.
En su largo trayecto hacia la capital, cubierto a pie y en vehículos, los aborígenes de numerosas provincias bloquean decenas de vías y han ocupado pozos petroleros en la Amazonía, provocando enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
Ni el estado de excepción decretado por el gobierno el pasado jueves ni la presencia de los militares en las calles han sido suficientes para sofocar el estallido social que desencadenó el alza de los combustibles.
Un grupo de asaltantes irrumpió en la madrugada de este martes en la sede de la Contraloría General, en Quito, donde provocaron destrozos, tras lo cual la Fiscalía y el Consejo de la Judicatura anunciaron que suspendían sus actividades, en medio de un aumento de disturbios y protestas contra el Gobierno.
El contralor en funciones, Pablo Celi, censuró en un video y en un documento dirigido a la fiscal general del Estado, Diana Salazar, lo ocurrido, que achaca a “una banda organizada, con la clara intención de sustraer y destruir documentos que sustentan responsabilidades civiles y penales, e investigaciones en marcha”.
Celi asegura tener conocimiento de que en el asalto no participaron miembros de la Confederación de Nacionales Indígenas del Ecuador (Conaie) o de organizaciones sociales, sino “elementos profesionales, expertos en la caotización, la subversión del orden público y la intimidación social”.
Está previsto que mañana, miércoles, tenga lugar una gran movilización a nivel nacional y con epicentro en la capital, donde miles de indígenas y de otros grupos sociales tienen previsto marchar hacia la sede de Gobierno, el Palacio de Carondelet.
El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, censuró anoche en un mensaje a la Nación que elementos del anterior Gobierno de Rafael Correa busquen desestabilizar el país en un “intento de golpe de Estado”.
Moreno agregó que hay “individuos externos pagados y organizados” para utilizar la movilización de los indígenas con fines de saqueo y desestabilización.
Fuente: AFP / EFE