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Argentina
Redacción EC

Buenos Aires. El tribunal que juzga desde este martes a la ex presidenta apuntó, en la lectura de cargos, a que tanto ella como su fallecido esposo, Néstor Kirchner, fueron "jefes" de una "asociación delictiva" destinada a apoderarse "de forma deliberada de millonarios fondos públicos".

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"Esta asociación delictiva funcionó en forma estable y permanente dentro de la estructura administrativa estatal y a través de la instauración de una ingeniería societaria creada y ampliada para los fines buscados", se leyó al comienzo de la vista, celebrada en los tribunales federales de Buenos Aires entre fuerte seguridad.

Cristina Kirchner, actual senadora, está acusada de encabezar una asociación ilícita durante su mandato y de fraude al Estado por el expreso direccionamiento de la adjudicación al empresario Lázaro Báez -encarcelado desde el 2016- de 52 obras públicas, por unos 46.000 millones de pesos (unos 1.000 millones de dólares) en la sureña provincia de Santa Cruz, feudo del kirchnerismo.




En la lectura de cargos, se remarcó que en la causa se investiga la presunta "división de roles definidos y estratégicos" dentro y fuera de la estructura del Estado y sostenido "ininterrumpidamente" a lo largo más de 12 años, destinada a cometer "múltiples delitos" con el fin primero de "sustraer y luego apoderarse ilegítimamente y de forma deliberada de millonarios fondos públicos".

"La integración de esta organización criminal tuvo como jefes a los ex primeros mandatarios Néstor Carlos Kirchner y Cristina Elizabeth Fernández", se leyó.

Y como "organizadores" al ex ministro de Planificación Federal Julio Miguel de Vido; el ex secretario de Obras Publicas José López -que no estuvo en el juicio por ser imputado colaborador de la Justicia en otra causa- y el ex subsecretario de Coordinación de Obra Publica Carlos Santiago Kirchner -primo de Nestor-.

También el ex titular de Vialidad Nelson Periotti y al "amigo personal y socio comercial" de los ex presidentes, Lázaro Báez, entre otros.

"Para lograr sustraer los fondos del Estado, los miembros de esta asociación, entre otros planes delictivos, escogieron a la obra pública vial como uno de los medios propicios para obtener el dinero del Tesoro nacional, convirtieron en empresario de la construcción a Lázaro Báez, a quien habrían de enriquecer a lo largo de 12 años a expensas del interés de la sociedad", continuó la lectura.

De esta forma, se sostuvo una "maquinaria eficaz en base al diseño de un esquema de beneficios exclusivos y permanente para direccionar y sustraer fondos del Estado a favor de Báez".

AFP.
AFP.

"Ante este panorama, una vez transferidos los fondos a manos de Lázaro Báez, iniciaría una etapa en la cual una porción de ese dinero atravesaría el camino inverso en favor de Néstor y Cristina Kirchner, pero esta vez ocupando otro rol, en una faceta privada, a través de la instrumentación de distintas maniobras tales como el lavado de activos a partir de la actividad hotelera y el alquiler de las propiedades", continuó.

Esas supuestas maniobras, de retorno del dinero a través del arrendamiento a Baez de inmuebles propiedad de los Kirchner, se investiga en otras causas.

En una sesión que se espera larga, Cristina Kirchner se ubicó junto a su abogado Carlos Beraldi, en las filas traseras de la sala. En el banquillo, pero más adelante, se sientan también el resto de los imputados; y al final del todo, separados por un vidrio, asisten espectadores allegados a los encausados.

En diversos momentos del comienzo de la audiencia se pudo ver a la ex presidenta riendo junto a Beraldi y mirando el celular.

El tribunal está integrado por los jueves Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu, Andrés Basso y Adriana Palliotti y el juicio tiene al Ministerio Público Fiscal, la Oficina Anticorrupción y la Unidad de Información Financiera como partes acusadoras.

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NOTA PREVIA

lo ha sido todo en la política de . Diputada provincial y nacional, senadora, mujer del jefe de Estado y lo más importante, presidenta durante 8 años con altas cuotas de poder. Ahora, tres años y medio después de dejar la Casa Rosada, deberá sentarse en el banquillo judicial.

Hoy, la primera argentina elegida mandataria se enfrentará por primera vez a un juicio por presuntos hechos de corrupción, solo tres días después de haber sorprendido a propios y extraños al anunciar que se presenta a las elecciones de octubre, pero como candidata a la Vicepresidencia.

"Tranquila. Divina. Sólida", así irá al tribunal la actual senadora, según cuenta a Efe su abogado Gregorio Dalbón, convencido de que esta cita no hará "mella" a su clienta en la carrera electoral.

Cristina Kirchner y su compañero de fórmula Alberto Fernández en una imagen del 31 de marzo del 2008. (Reuters).
Cristina Kirchner y su compañero de fórmula Alberto Fernández en una imagen del 31 de marzo del 2008. (Reuters).

A sus 66 años, Cristina o CFK, como popularmente se la conoce, está acusada de encabezar una asociación ilícita durante su mandato por supuestas irregularidades en la adjudicación de obra pública al empresario -encarcelado desde el 2016- en la sureña provincia de Santa Cruz, feudo del kirchnerismo.

La justicia cree que la viuda del también ex presidente Néstor Kirchner, y miembros de su Gobierno, crearon un sistema para apoderarse de fondos asignados a proyectos viales.

Pero este no es el único dolor de cabeza para la otrora mandataria, que mientras sea senadora no puede ser detenida.

AFP.
AFP.

Tras dejar la Presidencia, una decena de variopintos procesamientos han completado su historial: desde supuestas irregularidades en la venta de dólares por parte del Banco Central a negocios espurios con empresarios o el cobro de millonarios sobornos.

También por el uso de aviones oficiales para enviar periódicos a su residencia en Santa Cruz y por atesorar documentos históricos que según el juez deberían estar en manos del Estado.

"Lo único que les falta es acusarme de la muerte de Kennedy", llegó a decir Cristina Kirchner en el 2016, cuando se reabrió el expediente en el que se la acusa haber querido encubrir, a través de un pacto con Irán, a los sospechosos de ese país de cometer el atentado contra una mutua judía de Buenos Aires en 1994.

Lejos de caer en el olvido, la imagen de Kirchner es omnipresente. En unos medios, con continuas loas a su gestión; y en otros, con los que tuvo fuertes cruces durante su Gobierno, constantemente expuesta por los casos de corrupción.

El empresario constructor Lázaro Báez, presunto testaferro de los Kirchner. (AFP).
El empresario constructor Lázaro Báez, presunto testaferro de los Kirchner. (AFP).

De forma reiterada, CFK, que niega todas las acusaciones, se declara víctima de una persecución judicial y acusa al presidente Mauricio Macri de impulsarla junto a los medios de comunicación "hegemónicos".

Macri, su mayor enemigo político, venció en las elecciones del 2015 a Daniel Scioli, elegido por Kirchner para sucederla, al tener ella impedido -por la Constitución- optar a un tercer mandato consecutivo.

Dos años después, y tras continuas críticas del Gobierno a la "corrupción y despilfarro" del kirchnerismo, Cristina fue elegida senadora, aunque con menos votos que el oficialismo.

Sin embargo, todo apunta a que ahora las cosas han cambiado.

Los comicios están cerca y, tras un año de recesión económica, la imagen pública de Macri, que irá por la reelección, está bajo mínimos.

El ex viceministro José López, que fue detenido en el 2016 con US$9 millones tratando de esconder en un convento. (AP).
El ex viceministro José López, que fue detenido en el 2016 con US$9 millones tratando de esconder en un convento. (AP).

Un sondeo de Management & Fit señaló esta semana que Cristina Kirchner obtendría el 48,8 % de los votos y Macri el 39,9 %. Otras consultoras siguen la misma línea, por lo que parece que las sospechas de corrupción no pesan tanto como la difícil situación económica.

Hija de una empleada estatal y un conductor de autobuses, Cristina estudió Derecho en La Plata, su ciudad natal, donde en 1974 conoció a Kirchner, con quien compartió militancia política.

Tras casarse, y con el estallido de la dictadura (1976-1983), se mudaron a Río Gallegos -donde él nació en 1950-, y se desempeñaron como abogados. En 1987, Néstor fue elegido alcalde de esa ciudad y en 1991 gobernador de Santa Cruz.

Al mismo tiempo, ella se alzó como diputada provincial (1989-1995) y nacional (1997-2001). Pero fue 2003, año en que Kirchner saltó al estrellato como presidente, y aún saliendo de la crisis del 2001, cuando Cristina, ya senadora (2001-2005), empezó a despuntar.

Cristina y Néstor Kirchner el 18 de junio del 2008. (AFP).
Cristina y Néstor Kirchner el 18 de junio del 2008. (AFP).

Tras cuatro años de kirchnerismo, el matrimonio decidió que en el 2007 ella sería la candidata. Ganó y siguió la estela 'nacional, popular y democrática' de su esposo, con ahínco en la política social y de derechos humanos; y emprendió una serie de estatizaciones de empresas privatizadas en los 90.

El repentino fallecimiento de Néstor Kirchner, de un paro cardiaco en 2010, impactó al país entero, que reeligió a Cristina en el 2011 con un aplastante 54% de los votos.

Su último mandato quedó marcado por polémicas decisiones como la expropiación de la petrolera YPF o las restricciones a la compra de dólares por la inestabilidad económica. También por oscuros capítulos como la muerte del fiscal Alberto Nisman, que la había acusado de encubrir a los terroristas iraníes.

"Ser mujer, ser presidenta y, además, ser Cristina se convirtió en un objeto de atención y ataques permanentes. Tenía que estar dispuesta no solo a que trascendiera cualquier cosa que dijera o hiciera, sino que además fuera tergiversado o inventado", escribió CFK en su autobiografía.

Ahora, está por ver si los amores hacia ella pesarán más que los odios de cara a las elecciones y el efecto que la Justicia tendrá en una mujer cuyo destino quizá quiera colocarla de nuevo en el poder.

Fuente: EFE

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