Los grupos indígenas del sur de Ecuador recuperan gradualmente la tradición de celebrar bodas bajo la cosmovisión andina, una práctica que había sido relegada a la intimidad por el rito católico y la colonización.
"Todos los pueblos originarios de la sierra han vivido en los últimos 500 años muchos cambios, en un ejercicio continuo de lucha por mantener su cultura. Mucho de lo que existe estuvo escondido, fue íntimo, hoy es más abierto", señala el historiador Marcelo Quishpe.
A comienzos del 2015, el cirujano Jorge Solano –de la nacionalidad indígena saraguro de los Andes ecuatorianos– contrajo nupcias con Mónica Chuji –quien pertenece a la nacionalidad quechua de sarayaku, en el oriente- siguiendo este antiguo ritual.
La boda no se celebra en la iglesia sino en el lugar sagrado de la comunidad. (Foto: Matías Zibell)
Polibio Guamán, dirigente saraguro, explica que uno de los elementos básicos de este tipo de unión es el lugar sagrado donde se celebra. "No es la Iglesia, sino el sitio sagrado natural de cada comunidad".
Los elementos naturales son clave en el ritual andino. (Foto: Matías Zibell)
"Estamos en esta minga cultural para recuperar nuestra espiritualidad, nuestra fuerza como pueblos milenarios. Aún seguimos dominados por esa ideología del cristianismo".
"Por eso seguimos con miedo a un infierno, a un cielo, a un purgatorio. La espiritualidad andina hace que impulsemos una vida feliz", dijo el miembro de la comunidad que ofició la boda, en la localidad de Las Lagunas.
La música es fundamental en la celebración. (Foto: Matías Zibell)
La música ocupó un lugar central en la celebración de este ritual andino, así como los elementos naturales.
El historiador Marcelo Quishpe manifiesta que desde los años 80 "el tema festivo poco a poco se ha ido desprendiendo de lo católico en las nuevas generaciones, pero se mantiene en la celebración al niño de la Navidad y de Reyes".
Los padrinos ocupan un papel preponderante. (Foto: Matías Zibell)
El papel estelar en la boda lo ocupa la comunidad y, muy particularmente, los padrinos, que acompañan a los novios desde el momento en que se llega al acuerdo del matrimonio hasta el resto de sus vidas.
(Foto: Matías Zibell)
Durante la ceremonia andina, los asistentes saludaron a los cuatro puntos cardinales y no agradecieron al Dios cristiano sino a otras deidades indígenas como Pachacamac, Viracocha e Inti.
Una banda reemplaza a los anillos nupciales. (Foto: Matías Zibell)
La ceremonia terminó con los novios unidos por una banda que reemplaza a los anillos nupciales y con flores, que consolidaron el lazo con la naturaleza.
"Nos han convencido, nos han interiorizado, con el colonialismo, con la religión católica, pero nosotros siempre mantenemos nuestras raíces", dijo el novio a BBC Mundo.
Los novios saludan a los cuatro puntos cardinales. (Foto: Matías Zibell)
En la fiesta que tuvo lugar después de la boda, un sacerdote católico bendijo a la pareja en castellano y quechua en nombre del "taita Dios".
"Existe dentro de la Iglesia católica la intensión de construir una manera andina católica o catolicismo andino. Perder el mundo indígena sería un fuerte golpe a la debilitada feligresía católica", concluyó Quishpe