Milagros Asto Sánchez

Una de las mayores cualidades humanas es la fascinación por explorar y, sobre todo, por descubrir. Para un arqueólogo, dar con algo que estaba oculto puede ser el clímax de toda una vida. Es el caso del francés Stéphen Rostain, quien, tras casi 40 años excavando el valle de Upano, en la Amazonía de Ecuador, pudo publicar este mes con detalle el hallazgo de una importante ciudad prehispánica en esa zona y, con ello, revelar más del paso del hombre por la región.