Educación en Uruguay, el gran dolor de cabeza de los candidatos
Educación en Uruguay, el gran dolor de cabeza de los candidatos
Redacción EC

"Educación, educación, educación. Y otra vez, educación", exclamaba José "Pepe" Mujica en su primer discurso como presidente de Uruguay, hace casi cinco años.

Y ahora, a las puertas de la segunda vuelta de una elección para elegir a su sucesor, la educación sigue siendo precisamente una de las mayores preocupaciones de los electores uruguayos.

Tanto el candidato del Frente Amplio y favorito para los comicios del domingo, el ex presidente Tabaré Vázquez, como el aspirante del Partido Nacional, el legislador Luis Alberto Lacalle Pou, han prometido reformas para revertir el deficiente desempeño de los alumnos uruguayos en los últimos años.

"Lo intentamos, pero fracasamos", dijo Mujica en una reciente entrevista con la revista británica The Economist.

"Hicimos lo que pudimos como sociedad. En temas de enseñanza, la cosecha no es inmediata, demora muchos años", aseguró.

RESULTADOS A LA BAJA

Los resultados de Uruguay en la última prueba PISA, una evaluación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que mide los niveles educativos de jóvenes de 15 años en 65 países, fueron los peores desde 2003.

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El país ha sufrido en los últimos años paros docentes y altas cifras de repetición, que en algunos colegios secundarios alcanzaron más del 57,4% de alumnos no promovidos.


Ambos candidatos han hecho de la educación uno de sus principales temas de campaña.

(Foto: Reuters)

Y en el ciclo básico, tres de cada diez alumnos no lograron pasar al siguiente curso durante 2013.

Durante ese año se recrudeció un conflicto docente con paros y tomas de liceos que duraron semanas, con profesores que demandaban subidas salariales y mejores condiciones de trabajo.

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Si bien Uruguay sigue teniendo mejores notas en evaluaciones internacionales que otros estados latinoamericanos, como los vecinos Brasil o Argentina, en el país existe la sensación de que su antaño prestigioso sistema de educación pública necesita ser remozado.

Uruguay fue uno de los primeros países en América Latina en garantizar la educación obligatoria y gratuita, y en los años 50 tenía niveles educativos comparables a los de Europa o Estados Unidos.

"Por un lado, con los resultados de la prueba PISA la gente se dio cuenta de que la educación no estaba tan bien como pensaban. Por otro, los problemas que históricamente fueron importantes, como el desempleo o la pobreza, han salido de la agenda. Ahora la seguridad y educación aparecen como principales problemas", le explica a BBC Mundo Daniel Chasquetti, profesor de Ciencia Política de la Universidad de la República.

PROPUESTAS

En las últimas semanas, ambos candidatos han centrado gran parte de sus esfuerzos en explicar sus propuestas para recuperar el esplendor del sistema escolar uruguayo.

Y la educación ha sido quizás uno de los pocos temas de debate en una campaña electoral sigilosa y caracterizada por la falta de eventos multitudinarios ni grandes anuncios.

(Foto: Reuters)

Uno de los principales debates es cómo reducir la brecha de resultados entre educación privada y pública.

El aspirante de centro-izquierda, Vázquez, propone "becas o bonos" que permitan a los alumnos de colegios administrados por el Estado continuar su escolarización en establecimientos gestionados por privados.

"El voucher es una herramienta transitoria que va a permitir dar cobertura donde la infraestructura pública no es suficiente", aseguró el candidato a la vicepresidencia del Frente Amplio, Raúl Sendic.

Además, propone sistemas de apoyo para los alumnos, fortalecer la autoridad del Ministerio de Educación y dar mayor asistencia en la transición de la Primaria a la Secundaria.

Esto es un contexto en el que "la clase media con poder adquisitivo fue retirando a sus hijos de la enseñanza pública y enviándolos a la privada, lo que ha impactado en el sistema educativo", apunta Chasquetti.

Mientras, el centro-derecha -que rechazó la propuesta de Vázquez por favorecer "la privatización de la educación pública"- propone evaluaciones periódicas para alumnos, docentes y centros de estudio, así como una reforma curricular "que ponga el acento en las asignaturas fundamentales".

"Hay muchas chances de que el sistema político cierre filas y promueva una reforma en el próximo gobierno, aunque todos saben que van a tener que enfrentarse con el sindicato de profesores", dice el analista Daniel Chasquetti.

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