Un cartel en Asunción de la fórmula del Partido Colorado respaldada por el presidente Mario Abdo Benítez, Arnoldo Wiens-Juan Manuel Brunetti
Un cartel en Asunción de la fórmula del Partido Colorado respaldada por el presidente Mario Abdo Benítez, Arnoldo Wiens-Juan Manuel Brunetti
/ NORBERTO DUARTE - AFP
La Nación de Argentina / GDA

Si no hay sorpresas, las elecciones primarias generales de este domingo en un país como , donde el conservador Partido Colorado está en el poder desde 1947 (excepto durante cinco años, durante las gestiones de Fernando Lugo entre 2008 y 2012, y de Federico Franco, de 2012 a 2013), se parecen mucho a decidir quién gobernará el país desde agosto del año próximo y hasta 2028.

En realidad, en los llamados comicios internos simultáneos unas 43 agrupaciones definirán sus fórmulas presidenciales y listas legislativas para los comicios de abril, pero los dos núcleos que concitan la mayor atención son el gobernante Partido Colorado y la opositora y multipartidaria Concertación Nacional.

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Una de las particularidades de las primarias paraguayas (que no son obligatorias), es que en la mayoría de las agrupaciones solo pueden elegir la fórmula de su partido los votantes afiliados. Pero de las 4,8 millones personas habilitadas, 2,6 millones tiene carnet del Partido Colorado, que en el pasado fue una condición nunca explicitada pero indispensable para acceder a empleos en organismos oficiales.

Un cartel en Asunción del líder opositor Efraín Alegre
Un cartel en Asunción del líder opositor Efraín Alegre
/ NORBERTO DUARTE - AFP

Cuando en abril pasado los legisladores observaron la coincidencia entre la fecha de las primarias de este domingo y la final del Mundial de Qatar, en un país de gran tradición futbolística como Paraguay, el Congreso pidió adelantar al sábado la elección pero el Tribunal Superior de Justicia Electoral ratificó la fecha. Y la autoridad electoral del Partido Colorado se mostró entusiasmada con que el partido de fútbol puede animar en realidad a los votantes a votar en las primeras horas de la mañana.

“La primera oleada en las elecciones normalmente se da en el inicio de las votaciones hasta las 9 y la segunda desde las 10 hasta las 12 aproximadamente. Entonces, lo que puede ocurrir es que estas dos oleadas grandes de votantes pertenecientes a las estructuras y afiliados se junten en la primera hora para luego ya liberarse a la tarde”, explicó Santiago Brizuela, presidente del Tribunal Electoral Partidario (TEP).

Un chico juega al fútbol delante de un local partidario del precandidato del Partido Colorado, Santiago Peña
Un chico juega al fútbol delante de un local partidario del precandidato del Partido Colorado, Santiago Peña
/ NORBERTO DUARTE - AFP

En la opositora Concertación Nacional, disputarán la candidatura Efraín Alegre, del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), que ya fue candidato en 2013 y 2018, y Sebastián Villarejo, del movimiento Patria Querida.

La interna colorada

La interna colorada viene con una pelea de fondo entre el presidente Mario Abdo Benítez y el exmandatario Horacio Cartes (2013-2018). La fórmula que apoya “Marito” está liderada por el exministro de Obras Públicas, Arnoldo Wiens (2018-2022), y la que respalda Cartes, por su exministro de Hacienda Santiago Peña (2015-1017).

Pero la “bomba” que hizo estallar la carrera presidencial del Partido Colorado fue lanzada por el gobierno de Estados Unidos, que en agosto de este año cuando calificó de “significativamente corrupto” a Cartes y le puso la misma definición al entonces vicepresidente y precandidato oficialista Hugo Velázquez.

Mientras Santiago Peña quedó a salvo de esa acusación, en el oficialismo tuvieron que salir a buscar a las apuradas a un nuevo candidato y así surgió la postulación de Wiens.

“Lo que nosotros vimos en sondeos sucesivos que realizamos en septiembre, octubre y noviembre es que la candidatura de Wiens fue creciendo en conocimiento y ahora hay una situación de empate técnico”, dijo a LA NACION el encuestador y politólogo Luis Castelli.

“Pero lo que hace imposible predecir el resultado es el alto porcentaje de indecisos, un 13%, y la volatilidad de los votantes, que alrededor del 15% no está ‘definitvamente seguro´ si votará por uno o por otro”, agregó Castelli.

Un dato positivo para los candidatos colorados es que ambos tiene una imagen positiva por encima del 50% y no son altos sus niveles de imagen negativa, según las encuestas.

Paraguay llega a estas elecciones con un escenario económico que se complicó a partir de la pandemia, con una inflación anual del 8,3%, que golpeó el bolsillo de la población y la llegada de inversiones. El índice de pobreza, que había bajado de forma sostenida en los últimos años, volvió a subir, y hoy ronda el 27%.

Por Rubén Guillemí

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