Este domingo el presidente de Bolivia, Evo Morales, y su vicepresidente, Alvaro García Linera, renunciaron a sus cargos después de tres semanas de masivas protestas en el país altiplánico desatadas por denuncias de fraude electoral en las elecciones presidenciales. La situación dejó en vilo al país, que durante toda la jornada se preguntó quién iba a ser el encargado de quedarse al mando de la nación.
Minutos después de la renuncia de Morales se produjo la dimisión de la presidenta del Senado, Adriana Salvatierra, también del oficialista Movimiento al Socialismo y del presidente de la Cámara de Diputados, Víctor Borda, cuyo hermano habría sido tomado como rehén en la ciudad de Potosí por los opositores a Morales.
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En estas circunstancias, ¿a quién le corresponde asumir la presidencia de Bolivia? El internacionalista Miguel Ángel Rodríguez Mackay explicó que la Constitución del país altiplánico tiene prevista una línea de sucesión similar a la que tiene el Perú.
“Ante la renuncia del presidente y también la del vicepresidente, corresponde sucesivamente asumir la jefatura del Estado al presidente del Senado, si este faltase, al presidente de la Cámara de Diputados, y si este, a su vez, también faltase, en consecuencia correspondería al presidente del Poder Judicial”, detalló en diálogo con El Comercio.
“Esta es una cadena para mantener el poder bajo un cargo, la doctrina dice que nunca debe quedar en acefalía el poder político”, agregó.
Con las renuncias producidas hasta el momento, la presidencia de Bolivia recaería en manos de la segunda vicepresidenta del Senado boliviano, Jeanine Añez Chávez, quien confirmó que asumiría el cargo.
Añez recordó en una entrevista con el canal local Unitel que a ella le corresponde asumir la presidencia tras la renuncia de múltiples funcionarios del gobierno, entre ellos el vicepresidente Álvaro García Linera; el presidente de la cámara de Diputados, Víctor Borda; y la presidenta del Senado, Adriana Salvatierra.
“Esa sería la sucesión constitucional, así lo establece la constitución, en vista de que el presidente de la cámara de Diputados también ha renunciado”, señaló Añez.
La parlamentaria lleva 10 años como oposición en el Senado, y aseguró que su gobierno tendrá un carácter transitorio, pues el objetivo es convocar a nuevos comicios.
“Yo tengo que cumplir con el país, se trata de llamar a nuevas elecciones, es una etapa de transición simplemente”, acotó.
Efectivamente, la Constitución Política del Estado (CPE) de Bolivia contempla que ante la renuncia del presidente del país debe asumir el presidente de la Cámara de Senadores, Adriana Salvatierra; o el presidente de la Cámara de Diputados, Rolando Borda. Pero como ambos también dimitieron, en la línea de sucesión presidencial aparecen los dos vicepresidentes de ambas cámaras legislativas, según señala el diario boliviano “El Deber”.
“En última instancia, si ninguno de los vicepresidentes del Senado y Diputados acepta el cargo de presidente del Estado, puede asumir el decano de los senadores o diputados, es decir el más antiguo”, agrega el medio.
El analista Rodríguez Mackay comparó esta situación con la que vivió el Perú en el año 2000, tras la renuncia por fax del expresidente Alberto Fujimori y el inicio del Gobierno de Valentín Paniagua.
“Es algo similar a lo que ocurrió aquí con Paniagua. La diferencia es que en el caso peruano, Paniagua no era presidente del Congreso. El partido gobernante [el fujimorismo] había sido deslegitimado, por eso tuvo que dar un paso al costado y se eligió a Paniagua para encabezar esa transición”, recordó.
Morales dimitió a su cargo, tras tres semanas de protestas contra su polémica reelección y tras perder el apoyo de las Fuerzas Armadas y la Policía. La misma vino acompañada de la renuncia de su vicepresidente Álvaro García Linera.
“Renuncio a mi cargo de presidente para que (Carlos) Mesa y (Luis Fernando) Camacho no sigan persiguiendo a dirigentes sociales”, dijo Morales a través de la televisión, aludiendo a los líderes opositores que convocaron protestas en su contra, desatadas el día siguiente de los comicios del 20 de octubre.
Morales deja el cargo tras tres semanas de enfrentamientos entre partidarios y detractores del presidente luego de que un día después de los se denuncie un fraude en los comicios electorales en Bolivia en los que Morales postuló a una tercera reelección. Estas protestas han costado al menos tres muertos y 384 heridos, según datos de la Defensoría del Pueblo de Bolivia.
Cabe destacar que este domingo la OEA aconsejó este domingo que el proceso electoral en Bolivia debe iniciarse otra vez efectuándose “la primera ronda tan pronto existan nuevas condiciones que den nuevas garantías para su celebración, entre ellas, una nueva composición del órgano electoral”.