Marco Estrada Gonzáles fue condenado a la pena única de 24 años de cárcel; en Perú, quedará libre.
Marco Estrada Gonzáles fue condenado a la pena única de 24 años de cárcel; en Perú, quedará libre.
/ RICARDO PRISTUPLUK - LA NACION

En noviembre de 2020, Marco Estrada Gonzáles, el poderoso capo narco de la villa 1-11-14, fue condenado a la pena única de 24 años de cárcel. En las últimas horas, tras analizar un pedido de la defensa, la Justicia decidió expulsar de la al hombre conocido como Marcos. En Perú, su país natal, el jefe de la organización criminal asentada en el Bajo Flores será un hombre libre, pero si vuelve a pisar territorio argentino antes de que se cumpla la totalidad de la pena deberá volver a prisión.

Así lo informaron a LA NACION fuentes judiciales. En las últimas horas, el Tribunal Oral en lo Federal (TOF) N° 3, autorizó el extrañamiento (la posibilidad de ser expulsado del país al cumplir la mitad de la pena) de Marcos solicitada por la abogada defensora del capo narco, Laura Fechino.

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“Toda vez que no obra otra prohibición de libertad vigente o causas pendientes de resolución, corresponde autorizar el extrañamiento del condenado a su país de origen y diferir la declaración de extinción de la pena impuesta hasta que se produzca su vencimiento [los 24 años de condena]”, sostuvo el tribunal en la resolución, a la que tuvo acceso LA NACION.

Estrada Gonzáles, su esposa y otros 23 sospechosos habían sido detenidos el 16 de diciembre de 2016 en operativos realizados por detectives de la División Operaciones Especiales Antidrogas de la Policía Federal Argentina (PFA) por orden del por entonces juez federal Sergio Torres, hoy integrante de la Suprema Corte de Justicia bonaerense. En la investigación que derivó en las detenciones de diciembre de 2016, el Ministerio Público Fiscal estuvo representado por Juan Pedro Zoni y la Procuraduría de Narcocriminal (Procunar), a cargo de Diego Iglesias.

La pena fue unificada con una anterior de diez años de cárcel y, finalmente, Marcos fue condenado a 24 años de cárcel y una multa de 45.200 pesos. Por entonces, Marcos ya había cumplido en la penitenciaria y en prisión domiciliaria una parte de la condena inicial, por lo que quedó en condiciones de cambiar la pena carcelaria por la expulsión del país.

Tres fuerzas de seguridad, la Policía Federal Argentina (PFA), la Gendarmería Nacional y la Policía de la Ciudad, llegaron a la misma conclusión: existía en la villa 1-11-14 una organización narcocriminal que era lidera por Marco Estrada Gonzáles, Silvana Salazar y Pitty [por Fernando Estrada Gonzáles, hermano de Marcos y aún prófugo]. Hubo cambios de gobiernos, crisis económicas, pero desde 2009 hasta mediados de 2017 en su pedazo de territorio, siete hectáreas de la villa 1-11-14 [zona también conocida como barrio popular padre Richiardelli], nada cambió. En ese lugar siempre fueron Marcos, Salazar y Pity. Esperemos que este juicio logré cambiar algo”, había sostenido en su alegato el fiscal Velasco.

Durante el debate, la fiscalía contó con la colaboración de la Procunar y la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (Datip).

Ante el pedido de extrañamiento de la defensa de Marcos, el tribunal le corrió vista a los fiscales Iglesias, Velasco y Nicolás Czizik, de la Procunar, de la Fiscalía General ° 6 y la Fiscalía de Ejecución Penal, respectivamente. Los representantes del Ministerio Público “consideraron que correspondía autorizar el extrañamiento requerido por la defensa del nombrado, siempre y cuando “se verifique la inexistencia de interés respecto de su permanencia en otro proceso y a que cancele la multa impuesta”, según el fallo del TOF N° 3.

Disputa por el territorio

El millonario negocio narco asentado en la villa 1-11-14 provocó una guerra por el territorio entre la organización de Marcos y otros grupos criminales que se cobró sus últimas víctimas a fines de abril pasado cuando sicarios protagonizaron un doble homicidio.

Una de las víctimas del doble crimen ocurrido en uno de los pasillos de la villa 1-11-14 fue lo llamaban Chayanne o Loco, histórico integrante de la temible organización liderada por Marcos.

“Detrás del homicidio de Chayanne está la histórica guerra por el dominio del territorio y el millonario negocio del narcomenudeo en la villa 1-11-14″, sostuvo en su momento a LA NACION una fuente judicial.

Un operativo antinarcóticos en la Villa 1-11-14.
Un operativo antinarcóticos en la Villa 1-11-14.
/ Archivo

Además, a principios del mes pasado, la Policía Federal Argentina (PFA), detuvo Ulises Romero Godoy, alias o Niño Azul, considerado una “figura preponderante” de la banda criminal.

“Romero Godoy, en la actualidad, resulta ser una de las figuras preponderantes de la actividad ilícita dentro de la organización narcocriminal. En el marco de este expediente se lo ubica como uno de los actuales organizadores de la actividad ilícita y el responsable de uno de los turnos de venta de drogas”, se había explicado en un dictamen donde el fiscal federal Eduardo Taiano, y , que conduce la Unidad Fiscal Especializada en la Investigación de Delitos Vinculados con Estupefacientes (Ufeide) del Ministerio Público porteño, pidieron las detenciones de Pitufo y otros 22 sospechosos.

Según explicaron a LA NACION fuentes judiciales, Pitufo fue uno de los encargados de manejar la contabilidad del millonario negocio del narcomenudeo cuando la banda era liderada por Marcos.

En una resolución de diciembre pasado, donde había detenido a otros sospechosos, el juez federal Ariel Lijo sostuvo que la organización narco facturaba entre 500.000 y 900.000 pesos por día.

Por Gabriel Di Nicola

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