Ciudad de México. Los tres detenidos que confesaron haber asesinado a los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala detallaron paso a paso a la fiscalía general de México la macabra forma en la que desaparecieron a los jóvenes.
En conferencia de prensa, el procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, mostró imágenes de los presuntos miembros del grupo criminal Guerreros Unidos, Patricio Reyes, Jonathan Osorio y Agustín García Reyes, en las que cuentan haber trasladado a los estudiantes –algunos de los cuales ya estaban muertos- al fondo de un vertedero de basura en Cocula y luego les prendieron fuego.
(Video: YouTube MusNews)
Los detenidos señalaron que una vez que los estudiantes fueron incinerados, un integrante de Guerreros Unidos identificado como ‘El Terco’ ordenó que los restos fueran triturados y luego lanzados al río Cocula.
Los criminales vigilaron la fogata durante más de 14 horas y cuando se apagó la hoguera y se enfrió. Posteriormente regresaron “a limpiar” el lugar.
Tras ello, metieron los restos de ceniza y huesos en ocho bolsas de basura y los tiraron a un río cercano.
Casi todas las bolsas se rompieron pero dos se echaron al río intactas y, tras una búsqueda en el río, las autoridades encontraron una de ellas cerrada y llena de los restos que van a ser analizados.
"Hay muchos indicios que nos podrían indicar que son" ellos, dijo el procurador, pero "la obligación de la autoridad" es "mantener la investigación hasta que tengamos una plenitud total" y se hagan todos los esfuerzos para identificar los restos.
Los estudios de los restos se realizarán en la Universidad de Innsbruck, en Austria, y son estudios "complicados por la extrema calcinación de los restos", por lo que no hay fecha definida para la entrega de los resultados.
Hasta el momento han sido detenidas 74 personas por este caso y están por cumplimentarse diez órdenes de aprehensión.
EL CASO
Los estudiantes desaparecieron el 26 de setiembre después de ser perseguidos y atacados por policías municipales en alianza con un grupo criminal en Iguala, unos 200 kilómetros al sur de Ciudad de México. Esa noche hubo, además, seis muertos y 25 heridos.
Los estudiantes se habían apoderado en Iguala de unos autobuses para usar en sus traslados y la policía los interceptó por órdenes del alcalde José Luis Abarca para evitar que sabotearan un acto de su esposa. Ambos están detenidos como presuntos autores intelectuales.