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Brasil
Redacción EC

Sao Paulo. El Museo Nacional de , ubicado en , devorado por un fuerte incendio el domingo por la noche, es el último de una larga lista de instituciones y entidades culturales que se han incendiado en ese país en los últimos años. 

Los bomberos tuvieron que trabajar durante más de seis horas para controlar el siniestro que por el momento no se tienen muy claras las causantes. El Museo Nacional de Brasil era uno de los más antiguos de ese país con más de 200 años. 

Su interior, actualmente devastado y envuelto en cenizas, albergaba un rico acervo de unas 20 millones de piezas, entre documentos históricos, decenas de huesos de dinosaurios, momias, animales disecados y los restos óseos de Luzia, la mujer más antigua de Sudamérica.

El rector de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), Roberto Leher, y el director del Museo Nacional, Alex Kellner, responsabilizaron en rueda de prensa al Gobierno central por la falta de recursos para la institución.

La tragedia en el Museo Nacional de Brasil se une a otras que han ocurrido en la última década en otras instalaciones públicas. Esto ha generado indignación en gran parte de la población. 

En 2010, un incendió afectó al laboratorio de reptiles del Instituto Butantan, en Sao Paulo y sede de una de las principales colecciones de cobras de Latinoamérica.

Mientras que, en el 2013 el auditorio del Memorial de América Latina, en el que se encontraba expuesto un enorme panel de la centenaria artista nipo-brasileña Tomie Ohtake en Sao Paulo, obligó a los bomberos a actuar durante horas en el local, proyectado por el célebre arquitecto Oscar Niemeyer.

En 2015, dos incendios en Sao Paulo consumieron el acervo del Liceo de Artes y Oficios y el Museo de la Lengua Portuguesa, en cuyas labores de extinción falleció además un bombero.

Este último era un museo único en su género en Brasil y con una área de 4.333 metros cuadrados distribuidos en el interior de un edificio construido en 1867, declarado patrimonio de la ciudad.

Por aquel entonces también se denunciaron los recortes acumulados destinados a la Secretaría regional de Cultura.

En 2016, las llamas quemaron cerca de 300 películas guardadas en uno de los depósitos de la Cinemateca Brasileña, en la zona sur de Sao Paulo, la mayor ciudad del país.

Por otro lado, el Museo de Ipiranga, dependiente de la Universidad de Sao Paulo (USP), está cerrado desde hace cinco años mientras se culminan una serie de reformas después de que un informe alertara sobre el riesgo de derrumbamiento del edificio, también de un gran valor arquitectónico e histórico.

En hechos más recientes, la Agencia Brasil informó que el pasado mes de agosto del 2018, una explosión de pequeñas proporciones en el laboratorio de metalurgia del Instituto Alberto Luiz Coimbra dejó tres heridos.

Fuente: EFE

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