Un hombre recibe la vacuna contra la covid-19 en La Paz (Bolivia). (Foto: EFE/Stringer).
Un hombre recibe la vacuna contra la covid-19 en La Paz (Bolivia). (Foto: EFE/Stringer).
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Agencia EFE

comenzó este 2022 poniendo en vigencia la determinación del Gobierno de exigir el carné de vacunación contra la covid-19 para el ingreso a lugares públicos y privados ante el ascenso de contagios en esta cuarta ola de la enfermedad.

Entidades bancarias, telefónicas, centros comerciales, restaurantes, supermercados, terminales de buses y aeropuertos empezaron a pedir a la población que muestre su carné de vacunación que certifique que recibió la vacuna contra la covid-19 para permitir su ingreso.

Si bien por ahora el control no es tan riguroso por ser el primer día, varios de los locales acataron esta disposición este sábado que es festivo.

La determinación del Gobierno de Luis Arce señala que desde este 1 de enero se exigirá el carné de vacunación o una prueba PCR negativa con 48 horas de antigüedad para ingresar a lugares públicos, privados y para realizar viajes.

Esta norma impulsó a la población que aún no se hizo inmunizar a acudir a los puntos de vacunación generando esta semana largas filas, por ejemplo en el eje central, es decir La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, esta última la más golpeada por la pandemia.

El certificado de vacunación se descarga a través de una aplicación o por la página del Ministerio de Salud; este documento se puede mostrar a través de un código QR en el celular o también se puede imprimir.

Por ello, muchos emprendimientos ofrecían el servicio de impresión y plastificar este documento.

SECTORES SE OPONEN

La exigencia del carné ha generado el rechazo de sectores antivacunas e las iglesias evangélicas pues, a su juicio, es una “atentado contra la libertad y los derechos de las personas” por lo que decidieron no acatarla.

Días atrás, el ministro de Salud, Jeyson Auza, sostuvo que si no quieren vacunarse pueden presentar una prueba PCR negativa para el ingreso y recalcó que la vacunación en el país es voluntaria.

Otro sector que se opone es la Federación de Campesinos de La Paz que pidió la eliminación de esta norma ya que, dice, no puede “imponer” a la población que se vacune.

Bolivia vive la cuarta ola de contagios de la covid-19 con una “explosión” de casos que llegó a registrar más de 7.000 contagios diarios, una cifra récord en el país en toda la pandemia.

Esta situación generó preocupación y el Gobierno declaró emergencia sanitaria ante el incremento de casos.

El país acumula 607.481 contagios y 19.711 decesos por covid-19, desde que se registraron los primeros casos en marzo de 2020.

Hasta ahora se han aplicado más de 9,8 millones de dosis entre primeras, segundas y de refuerzo en el país y puede acceder a la misma la población mayor de 5 años.

En el país se utilizan vacunas Sinopharm y Sputnik V, que han sido adquiridas por el Gobierno, y las de AstraZeneca, Pfizer y Janssen, donadas al país a través del mecanismo Covax, de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Este sábado llegó al país un lote de 1,9 millones de dosis Moderna para las vacunas de refuerzo que fueron donadas por España y Alemania.

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