Cristopher Sánchez Asencio y José Bosch, los asesinos de cuatro integrantes de una familia en Puerto Rico, revelaron escalofriantes detalles del horrendo crimen. ¿El motivo? AnclaMiguel Ortiz Díaz, el asesinado jefe de familia, iba a desalojar de uno de sus inmuebles a Sánchez Asencio.
Sánchez fue detenido durante la madrugada del martes mientras ocupaba un Toyota Four Runner cuyo interior estaba ensangrentado.
El hombre llegó el lunes a la residencia de los Ortiz. Lo tenía todo planeado: primero abonaría 250 dólares a la deuda por el predio en alquiler y luego iría a matar a toda la familia.
Entre las víctimas mortales también están el hijo mayor, la esposa y la suegra de Miguel Ortiz Díaz. De acuerdo a la policía, las dos mujeres (Carmita Uceda Ciriaco y Clementina Ciriaco López) son de nacionalidad peruana.
Sánchez obligó a arrodillarse a los tres adultos en la sala de la casa y luego las ejecutó con disparos en la cabeza.
Posteriormente, secuestró a los hijos del matrimonio. El de 15 corrió la misma suerte que sus padres; el de 13 fue arrojado al río pensando que estaba muerto, pero sobrevivió para pedir ayuda.
El segundo criminal, José AnclaBosch, fue detenido al caer la noche del martes y sumó detalles.
Bosch dijo que para evitar que el ruido de las detonaciones llegara a las casas vecinas, usó una almohada para suprimir el ruido. Luego, guardó la pistola en un automóvil Lexus de su propiedad. El auto fue allanado el día de ayer por orden judicial.
Bosch aseguró que se encargó de desconectar las cámaras de seguridad de la casa y se llevó todas las cintas para botarlas en un depósito de basura de un restaurante de comida rápida, lugar que indicó a las autoridades de la División de Homicidios del CIC de Bayamón.