“Hola, soy Sarah, tengo 16 años, llevaba una vida normal, muy feliz, cuando repentinamente hace dos años empezó un dolor en mi rodilla”.
Con estas palabras, una joven llamada Sarah Ramírez Bazantes, cuya familia en Cali, Colombia, pide a la ciudadanía y a personas de buen corazón que le ayuden a financiar su tratamiento para combatir un cáncer de hueso.
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“Intenté una recuperación normal, pero el dolor permanecía, después de algunos exámenes más profundos descubrieron que tenía osteosarcoma en mi pierna izquierda, es decir cáncer de hueso”, relata la menor en una página web, buscando solidaridad.
”Me sometí a quimioterapias y a una cirugía donde extrajeron el tumor y parte de los huesos de pierna y rodilla, me colocaron una prótesis, una cirugía muy dolorosa con una recuperación extenuante, donde tuvieron que realizar cuatro nuevas cirugías posteriores. Pero eso no redujo mi ánimo por seguir adelante y continuar luchando por la vida”, sigue contando.
”(...) el cáncer volvió y esta vez fue en mi pulmón. Fui operada, de nuevo, en medio de múltiples sesiones de quimioterapia, pero la respuesta no fue positiva, pese a que extrajeron una parte de mi pulmón izquierdo. La respuesta no fue lo que esperábamos y los médicos en mi país se rindieron y me dieron solo meses de vida”.
Y anota: “Pero mis padres no se rindieron, doy gracias a Dios por la bendición que es tenerlos en mi vida y dejaron todo para venir a los Estados Unidos a buscar un tratamiento experimental que podría ser la solución, para variar como es lo normal en estos casos, mi seguro también dio un paso al costado y hemos quedado solos a las puertas de intentar este tratamiento pero ya no tenemos los recursos”.
Asegura que por eso pide acompañamiento con aporte. “En esta lucha por la vida, porque este regalo que es la vida también nos fue dado para cuidarlo y luchar a toda costa por mantenerlo, sabemos que no estamos solos y que Dios tiene un propósito para mi vida y nuestra familia”.
También escribió: “El principal reto es que cuento con solo cuatro días para conseguir 150.000 dólares (ya se que suena imposible, pero creo en el milagro) para cubrir las radioterapias que mi cuerpo necesita para frenar el crecimiento de los tumores en esta primera etapa. Lo hermoso de este tratamiento es que su avance podría no solo ayudar en mi vida si no en la vida de muchos más niños que padecen esta enfermedad”.
Y finaliza diciendo: “Espero que Dios toque tu corazón y podamos contar con tu bendición en este proceso, en este sueño que es liberarme de esta enfermedad.
Gracias de todo corazón. Con amor, Sarah”. La familia de Sarah vive en Cali y desde allí todos han estado luchando, en una carrera contra el tiempo para salvarla. Quienes deseen ayudarla pueden ingresar a la página Lucha Junto a mí, Cáncer de Hueso -Bone Cancer.