Córdoba. Sergio Fontanellas, un empresario cordobés de 59 años nacido en Río Tercero, fue asesinado ayer en Iquitos, Perú, por dos sicarios. El hombre había sido condenado en ese país, donde se le incautaron todos sus bienes por una causa en la que se lo acusó de haber recibido unos US$4 millones de parte del exjefe de Inteligencia de Alberto Fujimori, Vladimiro Ilich Lenin Montesinos, entre 1998 y 2006.
Ese dinero era “proveniente del tráfico de drogas” y le fue entregado para “lavarlos” a través de la conformación de empresas navieras en Iquitos, el negocio al que se dedicaba Fontanellas después de haberse casado en Perú con la hija de un empresario del sector naviero. El cordobés se radicó en Perú en 1988. Dos años después empezó el gobierno de Fujimori y el “reinado” de Vladimiro, que en 2006 recibió su primera condena, de 20 años de cárcel, por la venta de fusiles para las FARC. Luego fue sentenciado a otros 25 años por la masacre de Barrios Altos.
MIRA: Informe dice que Duque deja “hambre, guerra y retroceso en derechos humanos”
Montesinos está preso en el módulo de máxima seguridad del Centro Penitenciario Ancón II, de Lima, y enfrenta ocho procesos más por tráfico de armas, homicidios, peculado y enriquecimiento ilícito. En este último tramo –el lavado del dinero mal habido– habría quedado implicado Fontanellas.
La investigación en su contra fue iniciada en 2005, a partir de la declaración de un “arrepentido”, y en 2015 fue beneficiado con una absolución dictada por la Cuarta Sala Penal de Lima, fallo que fue ratificado en octubre del 2018 por la Corte Suprema de ese país, al rechazar un pedido de nulidad de la fiscalía. Las decisiones determinaron que los delitos no se acreditaron y que hubo una “inadecuada valoración de los testimonios”.
Fontanellas fue asesinado en un bar de la calle Samanez Ocampo, donde miraba el partido Perú-Australia. Herido de bala, fue trasladado al hospital, donde murió.
Por el crimen hay dos detenidos. Según la radio Onda Mix, de Perú, hace un tiempo que tenía problemas con su socio, y estaba en disputa legal por algunos predios y embarcaciones fluviales.
En la Argentina, “Ñoño –como se lo conocía a Fontanellas en Río Tercero, donde supo ser dueño de varios boliches– fue procesado en 2013 por supuesto lavado de dinero por la jueza federal María Servini de Cubría, que ordenó el embargo de sus bienes.
En la causa se planteó que el cordobés, junto a familiares, había creado cinco sociedades comerciales con el mismo domicilio fiscal. El procesamiento se basó en un informe de la Unidad de Investigación Fiscal (UIF) sobre presuntas maniobras económicas y financieras a través de empresas “pantalla”. Registraban campos en el norte del país y varias compras inmobiliarias importantes. En ese mismo expediente apareció el pedido de extradición de Perú.
Imágenes del crimen
Una cámara de vigilancia en la zona del bar registró el momento en que Fontanellas llegó en una camioneta, la estacionó y caminó hasta el local. Antes de entrar, miró hacia ambos costados y se quedó conversando con una persona.
Pocos minutos después apareció la moto en la que iban dos hombres encapuchados; el que iba atrás empuñó un arma y desde la vereda –donde se había detenido el rodado– disparó hacia Fontanellas, que estaba en el interior del bar.
La moto giró y, en segundos, volvieron a dispararle al empresario. Después, los sicarios huyeron por la vereda, girando en la esquina del bar. Quienes estaban en el local se arremolinaron, hubo gritos y algunos intentaron ayudar a Fontanellas, cuya vida se extinguía por los impactos de bala.
El archivo de El Comercio
El 30 de setiembre del 2011, este Diario publicó el siguiente artículo:
Detienen en Argentina a cómplice de Montesinos investigado por tráfico de drogas
Sergio Fontanellas también es acusado de lavar activos con ex asesor y con Fernando Zevallos. Podría ser extraditado
El empresario argentino-peruano Sergio Fontanellas Bobo (49), acusado de tráfico ilícito de drogas y lavado de activos en perjuicio del Estado Peruano, fue detenido la tarde del último lunes en Buenos Aires.
Prófugo desde hace cuatro años de la justicia peruana, a Fontanellas Bobo se lo vincula como parte de una organización criminal liderada por el ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos y en la que también figura el ex dueño de Aerocontinente, Fernando Zevallos.
Su detención se produjo en el microcentro de Buenos Aires, adonde había llegado para concretar un negocio de compra y venta de tierras, al que se dedicaba desde hace varios años en las ciudades de Córdoba y Santiago del Estero.
“Personal de la sección Investigación Federal Fugitivos de Interpol lo detuvo tras ser requerido internacionalmente por el Sexto Juzgado Penal de la Corte Superior de Justicia de Lima, Perú, por integrar durante la década del 90 una organización criminal encargada del tráfico internacional de drogas y lavado de dinero”, apuntó el vocero del Ministerio de Seguridad argentino.
En declaraciones a El Comercio, agregó que “la droga se enviaba a México y Colombia a través de las empresas Tausa y Aerocontinente, de Fernando Zevallos. El dinero ingresaba al Perú sin problemas, pues Vladimiro Montesinos garantizaba el regreso libre del dinero, y cobraba como porcentaje entre el 15% y 20% del monto total que ascendía a varios millones de dólares”.
Desde el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº1, que ve la causa a cargo de María Servini de Cubría, se detalló: “Que se cumple con un exhorto internacional con miras a la detención. En esta etapa estamos cursando los trámites de extradición”. Fontanellas permanece detenido en la unidad 28 del Palacio de Justicia de esta ciudad.
Según el testimonio de Jorge Chávez Montoya ‘Polaco’, ex socio de Fernando Zevallos, este y Vladimiro Montesinos le dieron dinero a Fontanellas para formar las empresas navieras Transporte Fluvial Mercurio, Naviera ARG, Mercurio del Amazonas S.A.C., Naviera Mercurio, entre otras.