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Río de Janeiro. Autoridades judiciales de Brasil informaron este martes que el juez al frente del juicio contra Eike Batista, un ex magnate brasileño, fue suspendido por descubrirse que conducía un vehículo Porsche propiedad del acusado.
Las autoridades judiciales brasileñas decidieron apartar de las causas por manipulación de mercado contra Batista al juez Flávio Roberto de Souza, después de que fue sorprendido con bienes de lujo del acusado que él mismo había ordenado incautar.
La decisión tomada por Nancy Andrighi, la corregidora nacional de Justicia -una especie de fiscal de los procedimientos judiciales-, determina que el juez federal se aparte de todas las causas contra Batista, aunque no lo suspende del resto de sus funciones.
Andrighi recrimina a Souza no atender al Código de Ética de la Magistratura, informó el diario O Globo.
El escándalo estalló la semana pasada cuando el juez fue fotografiado en Rio de Janeiro al volante del Porsche Cayenne blanco que él mismo había ordenado incautar de la residencia de Batista a principios de febrero.
Aquella operación -en la que las autoridades confiscaron, entre otros objetos de valor y dinero en efectivo, un Lamborghini, otros cuatro automóviles, un piano y un huevo de Fabergé- respondía al embargo de 3.000 millones de reales (unos 1.060 millones de dólares) que el juez había decretado horas antes contra Batista y su familia.
El vehículo el día que fue incautado. (Foto: O Globo, Brasil/ GDA)
Souza repartió entre dos de sus vecinos el Range Rover decomisado al hijo del empresario y el piano de cola, a la espera de que salieran a subasta pública.
AFIRMÓ DEFENDER LOS BIENES DECOMISADOS
Según el juez no hubo nada irregular en su conducta, sino que se limitó a proteger la integridad de los bienes decomisados, según recoge el diario Folha de Sao Paulo.
La defensa de Batista lleva desde diciembre pidiendo que se aparte al juez Souza del caso, alegando su imparcialidad en sus declaraciones a los medios sobre el caso.
Batista, que llegó a amasar una fortuna de 30.000 millones de dólares gracias a sus negocios en minería y petróleo, es acusado de manipulación del mercado de valores mediante el uso indebido de información privilegiada para vender acciones de su compañía.
El histriónico empresario supuestamente engañó a inversionistas en un plan para atraer 1.000 millones de dólares a su empresa petrolera OGX (hoy Ogpar), cuyas metas de producción eran extremadamente optimistas, pese a que muchos de sus pozos finalmente no poseían el potencial de producción proyectado en un principio.
Fuente: AFP
