Tintori: "No es tiempo de peleas sino de construir soluciones"

Feliz, contenta y orgullosa. Así dice sentirse Lilian Tintori desde el pasado 6 de diciembre, cuando el 60% de los electores le entregó el control de la unicameral Asamblea Nacional a la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

Ella cree que los resultados de los comicios marcarán el inicio de un viraje político en Venezuela, pero sobre todo porque ve en ellos el preludio de la liberación de su esposo, el ex alcalde de Chacao Leopoldo López, quien ya tiene 22 meses encerrado en una prisión militar a las afueras de Caracas, acusado por las autoridades de orquestar las protestas del 2014 contra el gobierno de Nicolás Maduro.

No obstante, esta amante de la natación, del kitesurfing y de las maratones está consciente de que “la cima alcanzada” no es la meta y, posiblemente, por ello admite que no le ha dicho a sus hijos, Manuela y Leopoldo Santiago, que su papá podría estar en casa en cuestión de semanas, visto que la oposición ya ha dicho que su primera medida será excarcelar a los disidentes mediante una ley de amnistía, apenas asuman el control del Congreso en enero.

—Lo ocurrido el 6 de diciembre sorprendió, pues aunque todos los sondeos daban por hecho que la oposición ganaría las elecciones, pocos se atrevían a señalar que lograría hacerse con 112 de los 167 diputados. ¿Fue de las sorprendidas?

No, yo lo esperaba, porque recorrí el país por cinco semanas. Visité todos los estados y lo que sentí era mucha emoción, mucha fuerza, vi a la gente absolutamente determinada al cambio. Sabía que íbamos a ganar y por más de 100 diputados. Lo que me sorprendió no fueron los votos, sino que Nicolás Maduro reconociera su derrota. Eso fue lo que me sorprendió y al mismo tiempo me alegró, porque tuvimos un proceso en paz y tranquilidad, como debe ser.

—Maduro ha dicho que acepta la derrota, pero asegura que no fue por su forma de gobernar sino por la “guerra económica” de los empresarios y opositores al ocultar los alimentos y medicinas...

Ciertamente Maduro no ha entendido el mensaje. No ha entendido que la gente votó por justicia, por la paz, por la solución de sus problemas y la libertad de los presos políticos. Maduro no ha entendido, lo cual es lamentable.

—También ha dicho que no aceptará ninguna amnistía. ¿Ve más cerca o lejos que Leopoldo López sea liberado?

Esas declaraciones no tienen base, como muchas que hacen desde el gobierno, porque la Constitución es muy clara: La Asamblea Nacional es un poder autónomo y puede decretar amnistías. La mayoría de la asamblea dicta la ley y la ley la debemos cumplir todos. Esas declaraciones revelan que en el país no hay autonomía y que se desconoce la Constitución.

Por eso, parte del reto que tenemos adelante es rescatar la institucionalidad y devolver a los poderes su autonomía. Yo le pido al presidente y a las autoridades que piensen en el país, que actúen con respeto a la voluntad popular. El país quiere reconciliación, paz, cambio, quiere algo distinto, no más odio. Queremos cambiar el odio por el amor, esa injusticia que hay por la justicia, la persecución por el perdón y la violencia por la paz.

—¿Qué espera de la oposición, si Maduro obstaculiza la ley de amnistía?

Espero que eso no ocurra. Maduro tiene que reflexionar y entender que quien manda es el pueblo; y que el pueblo ya votó y se expresó. Hago un llamado al gobierno y la oposición para que hablen de amor, de reconciliación. Este no es momento de pelear sino de construir y buscar soluciones a los problemas de los venezolanos.

—¿Nos encaminamos a un conflicto de poderes? ¿Cómo vislumbra el 2016?

Como un año difícil, porque el país viene muy mal. Todos tendremos que responsabilizarnos y asumir con mucha madurez y altura la búsqueda de las soluciones. Yo creo que la superación de los problemas y el cambio comienza en nuestra mente.

Cada venezolano tiene que dar lo mejor de sí para lograr el cambio. Hay una frase de Nelson Mandela que la he hecho mi mantra y dice: “El perdón enriquece y cura el alma”. Lo que quiero decir es que esto es una lucha moral, espiritual y familiar. Todos tenemos que crecer para enfrentar los retos. Nosotros alcanzamos una cima el domingo 6 de diciembre, pero nos quedan muchas por alcanzar. Esta lucha sigue.

—Hay quienes temen que la oposición se divida por disputas sobre quién presidirá la Asamblea, qué ley impulsar primero o si buscar la salida de Maduro mediante una revocación o una enmienda a la Constitución. ¿Le preocupa esto?

Yo espero de la oposición lo que estoy viendo. Hoy la oposición está unida y yo soy parte de esa unidad y espero que sigan haciendo lo que están haciendo: Pedir la libertad de Leopoldo y de todos los presos políticos, sin esperar la ley de amnistía para tener una Navidad sin presos políticos. Queremos una Navidad con libertad y con nuestros presos libres.

—¿Cómo evalúa Leopoldo López lo ocurrido?

No me habían dado la oportunidad de verlo desde hacía casi dos semanas, supuestamente por razones de seguridad. Pero el viernes pude verlo, subí las escaleras hasta el cuarto piso de la torre blanca dónde está aislado y sentí mucha emoción y orgullo al verlo sonriendo. Leopoldo nunca tuvo duda de este resultado y le dijo a los diputados que cuentan con él para trabajar por la mejor Venezuela.

—Este año inició una gira por varios países latinoamericanos, entre ellos el Perú, para denunciar la situación de su esposo, pero no fue recibida por el presidente Humala y ello fue muy criticado. ¿Espera más solidaridad a partir de ahora?

Ciertamente no nos recibió, pero instruyó a la primera ministra de entonces, Ana Jara, y al canciller a hacerlo. Ellos nos dieron un saludo de parte del presidente y un abrazo cariñoso de la primera dama.

—¿Tiene pensado seguir en la política?

Yo estoy casada con la política. Yo estoy casada con Leopoldo. Yo estoy comprometida porque me casé con él y su proyecto: la mejor Venezuela.

—¿Tiene pensado aspirar a un cargo?

Es pronto para hablar de eso, pero puedo asegurar que desde los derechos humanos, desde mi posición siempre acompañaré y ayudaré en todo a Leopoldo en su camino por construir la mejor Venezuela y garantizar los derechos fundamentales.