Mientras el sonido del disparo de las bombas lacrimógenas y perdigones acompaña a efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) de Venezuela, los manifestantes suelen ser alentados por las notas musicales de un violinista que en las últimas semanas asiste a las protestas opositoras.
Pero sus notas no volverán a sonar, al menos por el momento. Su instrumento fue destruido por efectivos de seguridad este miércoles durante una marcha en Caracas, que fue dispersada en distintos puntos por la GNB y la PNB.
“Reventaron mi violín. ¿Hasta cuándo vamos a estar con esto?”, dijo con voz entrecortada y el rostro cubierto en lágrimas el músico a periodistas en el lugar.
Según los testigos, los militares le arrebataron el violín al joven y luego se lo devolvieron roto.
El fotógrafo Isaac Paniza compartió el dolor del joven a través de su cuenta en Instagram.
Miles de opositores protestaron de nuevo este miércoles en Caracas para rechazar la Asamblea Constituyente convocada por el presidente Nicolás Maduro -cuya elección fue fijada para julio-, y en su lugar exigieron elecciones generales.
"¿Constituyente? Constituyente, no; rebelión, sí. Eso no lo podemos permitir, hay que parar a esta dictadura", dijo a la AFP Silvia Heredia, de 34 años, mientras rociaba agua con bicarbonato a jóvenes afectados por gases lacrimógenos "para mitigar" su efecto.
Heredia marchó al frente de la multitud que intentó, en vano, llegar a la sede del poder electoral en el centro de Caracas.
Este miércoles se cumplieron 54 días continuos de protestas que exigen la salida de Maduro -elegido hasta enero de 2019-, mediante comicios presidenciales anticipados.
La frustración se nota en muchos manifestantes, que al observar al líder opositor Henrique Capriles caminar junto a ellos, le increpaban: "Capriles, ¿y entonces? Esto no funciona, ¿hasta cuándo?".
"Esto es una lucha de resistencia. Esto es como el muro de Berlín, hay que golpear y golpear, tan, tan, tan, hasta que se cae", les respondía el dirigente.
La marcha lució desorganizada: se dividió y muchos no sabían qué ruta tomar.
Como siempre ocurre cuando los opositores intentan llegar al centro de la ciudad, policías y militares los dispersaron con chorros de agua a presión y bombas lacrimógenas, a lo que muchos respondieron con piedras y cócteles molotov.
Un joven resultó herido porque le explotó una lacrimógena en la mano cuando intentaba devolverla, observó un reportero de la AFP.
Luego de vaciar la autopista Francisco Fajardo, la principal de la capital, varios oficiales de la militarizada Guardia Nacional siguieron en motocicletas a los rezagados, disparándoles más gases.
"Aunque nos repriman, seguimos aquí para salir de esto, porque lo que hay es hambre (...) Para salir de esta crisis la Constituyente no sirve, porque el CNE (Consejo Nacional Electoral) está arrodillado al gobierno", dijo a la AFP Abel, estudiante de 25 años.
Con información de AFP