Esta fotografía de mayo de 2022 proporcionada por la organización Operation Underground Railroad muestra a Hidu, un perro entrenado para detectar dispositivos electrónicos. (Operation Underground Railroad vía AP).
Esta fotografía de mayo de 2022 proporcionada por la organización Operation Underground Railroad muestra a Hidu, un perro entrenado para detectar dispositivos electrónicos. (Operation Underground Railroad vía AP).
Redacción EC

El perro es el fiel amigo y compañero del hombre, pero si está entrenado, también se puede convertir en el ‘dolor de cabeza’ de los delincuentes. Esta es la historia de Hidu, un labrador que saltó a la fama hace algunos días en por haber hallado material pornográfico de un hombre holandés que había huido de su país acusado por casos de abusos a menores, ¿cómo lo hizo? Aquí los detalles de su entrenamiento para olfatear y detectar dispositivos electrónicos.

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Todo se inició cuando un grupo que lucha contra la trata de personas llamado Free a Girl, y que tiene sede en Holanda, avisó a los activistas de la organización estadounidense Operation Underground Railroad sobre Jason Maatman, un holandés que defendía el tener relaciones sexuales con niños y tenía diversos casos pendientes por supuesto abuso infantil. Él había escapado de sus procesos judiciales pendientes en su país y se había refugiado en el liderado por Andrés Manuel López Obrador.

El seguimiento para capturar al sospechoso

Puestos en alerta, los integrantes del grupo empezaron a trabajar para localizarlo utilizando salas de chat y espacios en redes sociales donde figuraba muy activo. “Pudimos confirmar que estaba en México y luego hablar con él (Maatman) en diferentes salas de chat. Nos dijo: ‘Estoy en una zona muy peligrosa, no quiero darle mi dirección. No quiero que venga a verme, pero puede encontrarme en una gasolinera’”, aseguró Matt Osborne, director de Operation Underground Railroad.

Con ayuda de detectives de la fiscalía de Ciudad de México lo arrestaron el 5 de junio en una estación de buses cerca del punto de encuentro. El hombre alto y con cabello rojizo llevaba una pistola y varias dosis de cocaína, pero no el material en formato digital que involucra a niños. Es ahí donde se pidió la colaboración de Hidu.

El perro había sido entrenado para detectar dispositivos electrónicos, en Indianápolis, Indiana y está graduado en una academia donde se les enseña a olfatear el el óxido de trifenilfosfina o TPPO, la sustancia que sirve para el revestimiento químico utilizado en dispositivos electrónicos como las tarjetas de memoria y las USB, según explican desde la agencia de noticias .

El apoyo de Hidu para encontrar las pruebas

Cuando los encargados del caso encontraron la vivienda de Jason Maatman sabían que en su interior estaba el material que buscaban, pero que podía estar muy bien escondido. Fue ahí donde Hidu se llevó los aplausos, pues encontró un teléfono móvil muy bien camuflado en un cesto de ropa sucia, tal como contó Matt Osborne.

Luego que la policía obtuviera una orden de registro, este hábil perro halló más material de pornografía infantil pegado a una pared debajo de un cuadro, que eran muy difíciles de identificar. Entre los discos y dispositivos habían unos 4 terabytes de material de abuso sexual infantil, aseguraron los fiscales.

“Todo el mundo, todos los grupos de trabajo de delitos en internet podrían utilizar uno de estos (perros)”, dijo el entrenador de Hidu, Todd Jordan, quien ha adiestrado a 83 perros para detectar estos dispositivos.

El can se había graduado dos semanas antes y este fue su primer caso y “olfateó un par de discos duros en algunos lugares de su departamento que eran difíciles de encontrar para los humanos, pero los olfateó”.

Autoridades agradecidas con su labor

Enterada de la participación del perro, la fiscal general de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, agradeció a las organizaciones internacionales y a Hidu por ayudar en la investigación. “El mensaje para quien agrede a una niña, a un niño, a un adolescente: en la Ciudad de México no hay cabida para la impunidad”, aseguró.

Mientras duren las investigaciones, Jason Maatman permanecerá recluido en una prisión de Ciudad de México, acusado de tráfico de personas y posesión de drogas y armas.

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