La primera persona sentenciada por el delito de “maltrato animal” quedó el libertad la tarde este martes, luego que un juez del Tribunal Superior de Justicia (TSJ-CDMX) determinara que el hecho de prenderle fuego a un perro, no es delito grave.
Por tal motivo, el agresor identificado como Fidel “N”, un estibador de la Central de Abastos (CEDA), regresó a las calles libre de toda culpa.
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Durante la audiencia intermedia que se celebró a petición de la defensa del imputado, la parte acusatoria expuso sus puntos y alegatos para evitar que Fidel regresara a las calles, sin embargo, el abogado del agresor expuso a la juez que el delito que se le imputaba a su defendido no era grave, por lo que la ley marcaba beneficios a su favor como un juicio abreviado.
Con esta estrategia el litigante buscaba que su cliente se declarara culpable, reparará el daño, y con ello su sentencia fuera menor, propuso incluso en una prisión domiciliaria para el hombre que roció solvente y después prendió fuego a Lala, una perra pitbull, a quien agredió porque siempre le ladra cuando pasaba frente a ella, según dijo el imputado al ser detenido.
Pero la opción del juicio abreviado, no fue aceptada por la parte acusadora representada por la presidenta de la asociación protectora de animales, Mundo Patitas, Norma Huerta, quien fue la que denunció a Fidel por maltrato animal.
La activista junto con un grupo de abogados que no son los titulares del caso, pero que auxiliaron a la activista porque la notificación de la audiencia les llegó ayer por la tarde, hecho que impidió que la litigante titular lograra llegar porque estaba fuera de la ciudad, pidieron a la juez que reconsiderara el poner en libertad al hombre, quien tiene problemas de adiciones.
No obstante basándose en la Ley, en el Nuevo Sistema Penal Acusatorio y en el Código Penal, la impartidora de justicia dio el beneficio a Fidel de recuperar su libertad, bajo las medidas cautelares de una firma periódica, rehabilitarse contra las adiciones, no acercarse al animal, ni a Huerta, reparar el daño (gastos médicos de Lala) y contribuir con la Agencia de Gestión Animal al bienestar de los canes.
Antes de que el acto judicial que se celebró en las salas de oralidad del Tribunal Superior de Justicia de la colonia Doctores, diera por terminado, Fidel dijo estar arrepentido de lo que hizo, y prometió dejar el alcohol y las drogas, y jamás volver a lastimar a un ser vivo.