Con un giro hacia el centro, el conservador Erin O’Toole espera poder derrotar al primer ministro Justin Trudeau (Partido Liberal) en las elecciones generales que se celebran este lunes en Canadá.
Unos días antes de que Trudeau, quien ya lleva dos mandatos, convocara las elecciones anticipadas, O’Toole, líder del Partido Conservador, envió un mensaje a los votantes: no quería estos comicios.
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Canadá estaba entrando en su cuarta ola pandémica. “Ahora no es el momento de una elección”, dijo. “Todos podemos esperar e ir a las urnas cuando sea seguro”.
En ese momento, Trudeau y su partido parecían estar preparados para asegurar una mayoría en la Cámara de los Comunes de Canadá, con altos índices de aprobación y apoyo general a la respuesta pandémica de su gobierno.
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O’Toole era un desconocido para los canadienses y los conservadores iban por detrás de los liberales en las encuestas de opinión.
Pero hace apenas unos días O’Toole logró empatar a Trudeau en el primer lugar de los sondeos.
Líder desconocido
La situación representa un cambio para el nuevo líder conservador, que lleva apenas dos años al frente del partido.
Al comienzo de la campaña, según Abacus Data, el 40% de los canadienses no sabía lo suficiente sobre O’Toole como para siquiera formarse una opinión sobre él.
El candidato de 48 años también obtenía una puntuación baja en factores como la simpatía, dijo el estratega conservador Jamie Ellerton.
“Pero creo que mucha gente confundió con una fuerte desaprobación lo que en realidad era el desconocimiento sobre Erin O’Toole”, explicó.
Biografía “ordinaria”
Durante la campaña de 35 días, O’Toole se presentó a los canadienses utilizando un enfoque más suave y centrista que sus predecesores conservadores.
En el camino, O’Toole ha sido mesurado y tranquilo. Hace frecuentes referencias a su familia y al responder a las preguntas, a menudo comienza con una mención a su esposa, Rebecca, y a sus dos hijos.
Su campaña ha hecho un gran énfasis en su experiencia profesional fuera de la política, concretamente a los 12 años que pasó con la Real Fuerza Aérea Canadiense, luego una década dedicado al derecho corporativo.
Una biografía “un tanto ordinaria es su virtud”, dice Richard Johnson, profesor emérito de Ciencias Políticas en la Universidad de la Columbia Británica (UBC).
Búsqueda del centro
Su campaña también se ha centrado en alcanzar también a votantes más centristas y progresistas, con el objetivo de ampliar su apoyo fuera de los bastiones conservadores como las provincias de Alberta y Saskatchewan.
“Desde el primer día de mi liderazgo, mi prioridad ha sido construir un movimiento conservador donde todos los canadienses puedan sentirse como en casa”, dijo esta semana. “Ya no somos el Partido Conservador de tu padre”.
O’Toole ha expresado su apoyo a los derechos LGBT y se ha declarado “un líder proaborto, punto”.
Ha cortejado a los sindicatos del país, se comprometió a duplicar el Beneficio para Trabajadores de Canadá, que ayuda a los canadienses de bajos ingresos, y ofreció protecciones para trabajadores independientes.
“Esto es probablemente lo más ‘moderado’ que ha sido este partido unificado desde que se fundó”, dijo Elizabeth Goodyear-Grant, politóloga de la Queen’s University, refiriéndose a una fusión de partidos políticos que creó a los conservadores modernos en 2003.
“Azul verdadero”
Es un cambio considerable para el partido, pero también para O’Toole.
Cuando se postuló para el liderazgo del partido en 2020, se calificó a sí mismo de conservador “azul verdadero”, criticando la “cultura de cancelación” y la “izquierda radical”.
En lugar del eslogan “Tenemos un plan” que usa ahora, el O’Toole de 2020 hizo una promesa de “Recuperar Canadá”.
Y se comprometió a derogar la prohibición liberal de ciertas armas de fuego “estilo asalto” y cancelar el plan de impuestos al carbono de Trudeau, promesas a las que ha puesto marcha atrás de cara a las elecciones generales.
Reacción liberal
Los cambios les han dado a los liberales una oportunidad para argumentar que O’Toole no es lo que parece.
Y estos han aprovechado para señalar la letra pequeña de la plataforma conservadora sobre temas como el aborto, que promete proteger los “derechos de conciencia de los profesionales de la salud”, lo que significa que los médicos pueden abstenerse de realizar el procedimiento.
“Ser proelección no es que los médicos tengan el poder para elegir. Es el poder que tienen las mujeres para elegir”, dijo Trudeau al principio de la campaña.
Pero su tipo de conservadurismo le ha permitido defenderse de ataques políticos como los realizados contra el exlíder Andrew Scheer, un conservador social que tuvo dificultades para articular sus puntos de vista sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo y el aborto durante la campaña de 2019.
“Creo que es innegable que Erin O’Toole ha sido más proactivo con los problemas sociales, más en sintonía con la situación de los canadienses”, dijo Ellerton, el estratega.
Riesgos de la campaña
Pero la medida corre el riesgo de alienar a la base conservadora.
“Este es el problema estratégico fundamental que enfrenta Erin O’Toole”, dijo Johnson. Debe apelar al centro político de Canadá sin perder a los fieles del partido.
“La preocupación tiene que ser que así como parecía haber traicionado a los conservadores sociales en el partido, ahora podría estar traicionando a los conservadores económicos... esto podría llegar demasiado lejos”, dijo.
Y no está claro si su discurso de hombre común se ha abierto paso entre los votantes.
Poco entusiasmo
En una conversación con una docena de votantes de Richmond Hill, un distrito electoral en los suburbios de Toronto, ninguno parecía particularmente entusiasmado con O’Toole, incluso entre los que habían votado anteriormente por su partido.
“Él es el menor de tres males”, dijo a la BBC Ken Marquardt, de 52 años, quien apoyó a los liberales en las últimas elecciones.
La mejor cualidad de O’Toole es su “color”, dijo, refiriéndose al azul del Partido Conservador.
Otro votante conservador habló en detalle sobre los candidatos locales, pero no reconoció el nombre de O’Toole.
La campaña de estas elecciones convocadas dos años antes de lo previsto y durante la pandemia “nos ha pasando de largo”, dijo Johnson de la UBC.
Esto podría constituir un problema para el que sea elegido, ya que sus posibilidades de formar gobierno dependerán de distritos como Richmond Hill.
La zona de suburbios que rodean Toronto, apodado el 905 por su código de área, cuentan con más parlamentarios que los que tienen ciudades capitales como Ottawa o Edmonton, y más escaños péndulo que casi cualquier otro lugar en Canadá.
“El cinturón 905 alrededor de Toronto y en el Niágara será donde se ganen y se pierdan estas elecciones”, dijo Goodyear-Grant. “Y con algunas excepciones, esta región tiende a votar en bloque”.
El desempeño de O’Toole este lunes determinará tanto su destino como líder como el futuro del Partido Conservador y si lo seguirá en su marcha hacia el centro.
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