“México tiene una imagen internacional patética”

El hombre que se desempeñó como secretario de Relaciones Exteriores de México entre 2000 y 2003 cree que su país hoy tiene una imagen internacional patética.

Según Jorge Castañeda –el político, intelectual y académico que en su juventud fue militante del partido comunista y estuvo a cargo de la diplomacia de México durante el gobierno del conservador Vicente Fox– la culpa es de "la corrupción" y "las violaciones de derechos humanos".

BBC Mundo conversó con Castañeda durante la Feria Internacional del Libro de Miami, donde el excanciller mexicano presentó su autobiografía, "Amarres Perros".

Ahí analizó la situación de su país y el estado de la izquierda latinoamericana.

— ¿Cómo ve ahora México? —

En una situación muy complicada, muy difícil porque la economía no crece, porque la violencia vuelve a aumentar, porque el país tiene una imagen internacional patética debido a las violaciones de los derechos humanos y la corrupción y todo eso dificulta mucho las soluciones que el país necesita, muchas de las cuales estaban en las intenciones del gobierno actual pero no las ha podido aterrizar.

— El ataque y desaparición de un grupo de estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa en Iguala ¿Fue un punto de inflexión? —

Sí se volvió en un punto de inflexión pero no necesariamente con razón en el sentido de que la versión que dio el Gobierno desde un principio haya sido cierta pero no la supieron defender.

No la supieron promover, no la supieron dar a tiempo y todo eso se fue revolviendo con una agenda política de los grupos de esa región del país, que tienen toda la legitimidad y el derecho de esgrimir esa agenda, pero eso un incidente lamentable, una tragedia, se transformó en algo que no es necesariamente lo que es visto.

(Hay quien dice) que el Gobierno federal mató a 43 estudiantes, pues no, eso no es así. Hay 43 estudiantes muertos y algo de desconocimiento de lo que pasó pero lo demás sigue en la confusión y eso ha hecho daño al Gobierno y al país.

— ¿Qué necesita el gobierno de Peña Nieto? —

Concentrarse en las reformas en lo interno y esperar a que poco a poco empiecen a rendir resultado, aunque eso probablemente sucederá en el próximo sexenio.

— La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de México aprobó el uso recreativo de la marihuana en noviembre. —

Se ha dado un paso adelante enorme, es la única buena noticia que ha salido de México en mucho tiempo.

El fallo de la Suprema Corte abre la puerta a la legalización del consumo y la producción de la marihuana, no del comercio, y todavía no es una decisión que abarque a toda la población pero es un paso muy importante y de nuevo Peña Nieto se sube a la ola en vez de resistirla, aunque por ahora su primera reacción es oponerse a todo.

Imagínate si de los 100 millones de americanos que han dicho que han consumido marihuana todos hubieran pasado a otras drogas tendríamos en EE.UU. un país de cocainómanos, heroinómanos, adictos a las metanfetaminas y eso no es cierto.

— Hablemos a la derecha, ¿y un giro a la derecha en el continente? —

Lo que estamos viendo en general es que, hay países en los que se ve más claramente que en otros, que con el fin del boom de los comodities, de los precios elevados y de los ingresos extraordinarios que tuvieron distintos países latinoamericanos con gobiernos de izquierda, ahora están enfrentando retos electorales, sociales, económicos, mucho más serios que antes.

Hay casos aberrantes como el de Venezuela, que se gastó un billón de dólares en 15 años sin mayor resultado y hay acasos como Bolivia, que han hecho las cosas, parece que bastante bien con el boom del gas, y hay otros que son intermedios como Brasil, Argentina, y los casos chileno, peruano, uruguayo, que todos se beneficiaron enormemente en buena parte con gobiernos de izquierda o centro-izquierda.

— ¿Algún temor a que vuelva la derecha en América Latina? —

Derecha, derecha… Yo creo que lo que habrá en todo caso, como en Argentina y otros países, será una centro-derecha democrática que impondrá ciertos ajustes, no sólo a la política económica sino a la política internacional, en ciertos casos a la política de subsidios sociales, que en muchos casos ha sido sana en otros no lo ha sido.

En el caso de Argentina los subsidios han sido tan generalizados, como en Venezuela con la gasolina, que obviamente eso no va a poder seguir.