El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, habla durante una conferencia de prensa en la sede de la ONU en la ciudad de Nueva York. (Reuters/Eduardo Muñoz).
El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, habla durante una conferencia de prensa en la sede de la ONU en la ciudad de Nueva York. (Reuters/Eduardo Muñoz).
/ EDUARDO MUNOZ
Agencia AFP

El secretario general de la , Antonio Guterres, pidió el sábado a los gobiernos que declaren un “estado de , en la apertura de una cumbre virtual para conmemorar el quinto aniversario de los Acuerdos de París.

A pesar de la grave recesión provocada por el COVID-19, los países deben esforzarse y cumplir con sus objetivos de recortar las emisiones de gases de efecto invernadero.

Los actuales compromisos “están lejos de ser suficientes” para limitar el aumento de la temperatura media del planeta a un máximo de 1,5 ºC, advirtió Guterres, al intervenir en la cumbre, en la que participan mediante teleconferencia decenas de jefes de Estado y de gobierno.

La cita pretende volver a presionar a la comunidad internacional tras casi cuatro años de incertidumbre, causada por la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París (COP21) que sentó las bases históricas de un pacto para combatir el cambio climático.

“Si no cambiamos de rumbo, nos podríamos dirigir hacia un aumento catastrófico de la temperatura [media] de más de 3 ºC este siglo”, explicó Guterres, por lo que pidió “a todos los líderes en el mundo declarar el estado de emergencia climática en sus países hasta lograr la neutralidad del carbono”.

Según el consenso entre los científicos, un aumento de la temperatura más allá de 2 ºC provocará cambios irreversibles en la faz de la Tierra.

La neutralidad del carbono -al que se han comprometido más de 110 países- significa que un país no debe emitir más gases de efecto invernadero de los que pueda absorber.

Brasil y Australia, ausentes

El presidente francés Emmanuel Macron, la canciller alemana Angela Merkel o el presidente chino Xi Jinping, así como representantes empresariales, de la sociedad civil y pueblos indígenas, participan en esa cumbre organizada por Naciones Unidas, Reino Unido y Francia, junto con Chile e Italia.

Los oradores fueron seleccionados por la ambición de sus objetivos con el clima, según los organizadores, quienes prometen que “no habrá lugar para declaraciones generales”.

Entre los ausentes figuran Brasil y Australia, cuyos objetivos son considerados insuficientes.

Esta cumbre virtual, de la que no se esperan grandes compromisos, es considerada una etapa con miras a la COP26, que tendrá lugar en noviembre de 2021 en Glasgow, Escocia.

Hay razones para tener esperanza

El 12 de diciembre de 2015, entre los vivas de las delegaciones de 195 países, se clausuraron en París 13 días de duras negociaciones en la reunión de la ONU sobre el clima COP21.

Casi todo el planeta se comprometió a reducir el calentamiento “claramente” por debajo de +2°C, y si era posible de +1,5°C, con relación a la era preindustrial.

Pero tras la decisión histórica, el entusiasmo decayó, laminado un año más tarde por la elección de Donald Trump, en Estados Unidos, quien anunció la retirada del Acuerdo.

Canículas, huracanes sucesivos, grandes incendios forestales, inundaciones... La multiplicación de eventos devastadores son muestra inequívoca del calentamiento del planeta, que acaba de experimentar la década más caliente jamás observada.

Los firmantes del Acuerdo de París deben someter antes del fin de 2020 una revisión de sus compromisos. Pero solo ya lo hicieron unos 20 países, que representan menos del 5% de las emisiones mundiales.

Para predicar con el ejemplo, la Unión Europea acordó el viernes aumentar su compromiso con la reducción de emisiones, que ahora será del 55% de aquí en 2030 (40% anteriormente).

El Reino Unido se comprometió, por su parte, a reducir sus emisiones de gases en un 68%.

Al mismo tiempo, “se siente que hay necesidad de relanzar la máquina china”, declaró la ministra francesa de Transición ecológica Barbara Pompili a la AFP.

China es el principal emisor de gases con efecto invernadero, y los compromisos que adquirió en París fueron inferiores, lo que motivó en gran parte la retirada de Estados Unidos.

Beijing aseguró recientemente que quiere alcanzar la neutralidad carbono de aquí a 2060.

Para el director ejecutivo de Greenpeace, John Sauven, con esta cumbre “hay razones para tener esperanza”.

“Con Donald Trump fuera de la Casa Blanca y una acción a favor del clima más fuerte de China, Corea del Sur y Japón, tenemos ahora la posibilidad de congregar al mundo en un enorme esfuerzo para reducir las emisiones de gas de efecto invernadero”, subrayó en un comunicado.

Desde América Latina, en plena crisis por el coronavirus, las demandas de ayuda siguen fluyendo. Ecuador pidió más “cooperación internacional” para mitigar y adaptarse al cambio climático, mientras que Costa Rica anunció el viernes un acuerdo con el Banco Mundial para financiar con 60 millones de dólares las compensaciones a comunidades locales para combatir la desforestación.

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