Afganistán: Los niños víctimas del conflicto aumentaron un 15%

El registro de niños víctimas del conflicto en  aumentó un 15 por ciento en los primeros nueve meses de este año, mientras que el de víctimas civiles fue ligeramente inferior al mismo periodo de 2015, informó este miércoles la Misión de las Naciones Unidas para Afganistán (Unama).

En un informe difundido esta jornada mediante un comunicado, la Unama señala que entre el 1 de enero y el 30 de setiembre se documentaron 639 niños muertos y 1.822 heridos como consecuencia del conflicto que vive el país, lo que representa "un 15% de incremento sobre el mismo periodo de 2015".

Sin embargo, la Unama registró 8.397 víctimas civiles, -2.562 muertos y 5.835 heridos-, lo que supone, según el organismo, una disminución del uno por ciento con relación a los primeros nueve meses del año pasado.

El organismo indicó que los enfrentamientos sobre el terreno causaron la mitad de las víctimas entre los niños este año, y son la principal causa de daños a la población civil (el 39%), un 18% más que en 2015, seguidos por los ataques suicidas, los ataques a objetivos y los aparatos explosivos.

La intensificación de estos enfrentamientos está directamente relacionada con el incremento de las víctimas de explosivos y armamento de artillería no detonados, que aumentaron un 67%.

"El 84% de todas las víctimas de armamento de artillería no detonado son niños", expresó en el comunicado Danielle Bell, directora de Derechos Humanos de Unama.

Según el organismo, los actores antigubernamentales son responsables del 61% de las víctimas (1.569 muertos y 3.574 heridos), lo que supone un 12% menos que el año pasado.

El 23% de las víctimas (623 muertos y 1.274 heridos) son responsabilidad de las fuerzas progubernamentales, un 42% más que el año pasado, principalmente por efecto indirecto del uso de armas y explosivos y por los ataques aéreos.

Entre ellos, registró 133 muertos y 159 heridos por ataques aéreos progubernamentales, para un incremento del 72%, una tercera parte de las víctimas fueron responsabilidad de las fuerzas internacionales, afirmó.

Un 11% de los muertos y heridos se produjeron en combates sobre el terreno sin que se pueda determinar su autor.

El representante especial del secretario general para Afganistán, Tadamichi Yamamoto, jefe de la Unama, llamó a todas las partes "a asegurar que se toman todas las precauciones factibles" para evitar daños a los civiles en las áreas densamente pobladas.

"Hay una urgente necesidad de que aplique la política Nacional de Prevención de Víctimas Civiles y Migración y de que los elementos antigubernamentales cesen el uso de aparatos y tácticas indiscriminadas", dijo Yamamoto.

Por otra parte, 877 mujeres fueron víctimas del conflicto (240 de ellas muertas), un 12% menos, y disminuyeron los daños causados por aparatos explosivos improvisados un 22%.

La Unama anotó que, pese a las disminuciones en algunos puntos, actores antigubernamentales atacaron áreas civiles o con una alta presencia de población civil, así como a manifestantes civiles pacíficos, instalaciones educativas y periodistas, y zonas muy concurridas como mercados.

En concreto se refirió al ataque del 23 de julio contra manifestantes de la minoría hazara que causó 85 muertos y 413 heridos, en el ataque más mortífero desde 2001 y que reivindicó el grupo terrorista Estado Islámico (EI).

"Los ataques dirigidos contra civiles pueden constituir crímenes de guerra", anotó la Unama.

Tras el final de la misión militar de la OTAN en el país al final de 2014, Afganistán atraviesa por uno de sus momentos de mayor violencia desde la invasión de Estados Unidos en 2001 que supuso la caída del régimen talibán.

Los talibanes y las fuerzas afganas mantienen combates en estos momentos en al menos 14 de las 35 provincias del país, incluidas las zonas circundantes a cinco de las capitales provinciales. 

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