Al menos cuatro personas fallecieron tras un atentado con explosivos arrojados contra un autobús que trasladaba turistas por el Sinaí egipcio.
De los treinta peregrinos cristianos, procedentes de Corea del Sur, 14 resultaron heridos, según señaló el ministerio de sanidad de Egipto. Sin embargo, las autoridades surcoreanas aseguraron que los heridos ascienden a nueve.
De las víctimas mortales, tres eran turistas surcoreanos, y el cuarto era el conductor del autobús de nacionalidad egipcia. El atentado tuvo lugar cerca de la localidad de Taba, aseguró el gobernador de la provincia del Sinaí del Sur, Jaled Fuda.
Imágenes emitidas por la televisión estatal mostraron la parte superior del autobús amarillo muy dañado por la explosión y el incendio que provocó. La bomba estalló en la parte delantera del vehículo, según el ministerio del Interior.
Un médico que se encontraba en una estación de autobuses cerca de donde tuvo lugar el atentado, fue testigo de la explosión.
"Había cadáveres y trozos de cuerpos. Vi el cuerpo de un hombre, al parecer coreano, al que le faltaba una pierna", relató el doctor Ahmed Alí, director de una clínica en la cercana ciudad balnearia.
El autobús fue atacado cuando el conductor esperaba en el paso fronterizo de Taba, agregó el ministerio en un comunicado sin precisar en qué dirección se disponía a cruzar la frontera egipcio-israelí.
YIHAD REIVINDICA EL ATAQUE
El grupo yihadista Ansar Beit al Maqdis (Seguidores de la Casa de Jerusalén) reivindicó hoy el "ataque" contra un autobús de turistas en la localidad de Taba, en el sur de la península del Sinaí y junto a la frontera israelí, que causó tres muertos.
"Como prometimos, gracias a Dios y a nuestros 'muyahidines', hicimos explotar el autobús en Taba y vamos a seguir orientando nuestros ataques a su economía, su turismo y el gas", escribió el grupo en su cuenta oficial de la red social Twitter, sin especificar la forma en la que fue llevado a cabo el ataque.
Este grupo extremista, que adopta la ideología de Al Qaeda, es conocido por atacar a las fuerzas de seguridad egipcias, con mayor frecuencia en los últimos meses.
El atentado se produce en plena ola de ataques dirigidos, hasta ahora, contra las fuerzas del orden en Egipto. Los ataques se multiplicaron desde que el ejército derrocó y arrestó al presidente islamista Mohamed Mursi a principios de julio.