Los días pasan y aunque parte de la ansiada ayuda humanitaria viene siendo repartida en Venezuela, hay otra que Estados Unidos y varios países han reunido en la frontera de Colombia sigue empaquetada, a la espera de aliviar -al menos por algunos días- el calvario de las familias más necesitadas del país gobernado por Nicolás Maduro.
Y si bien Maduro ha anunciado que todo tipo de ayuda humanitaria ingresará previo acuerdo con su gobierno, es difícil olvidar lo ocurrido el 23 de febrero, cuando encabezados por el presidente encargado Juan Guaidó, los voluntarios intentaron que alimentos y medicina crucen la frontera.
► La sobreviviente del trágico naufragio cerca de Trinidad y Tobago que se salvó nadando
► Venezuela: Protestan en Caracas por retrasos en entrega de ayuda humanitaria
► 1 De cada 4 venezolanos necesita ayuda humanitaria
Así, no es difícil imaginar la complicada tarea que tienen las organizaciones cuando se trata de ayudar a Venezuela. Algunas han decidido ayudar a Venezuela desde afuera, como el caso de World Vision, una ONG que desde 1994 viene brindando ayuda humanitaria en el Perú y que centra su atención en la “protección de la niñez vulnerable y la prevención de xenofobia, discriminación y explotación laboral y sexual”.
El Comercio conversó con Jessica Ferreñán, directora ejecutiva de World Vision Perú. ONG que lanza su campaña "Esperanzas sin Fronteras".
— ¿Qué tipo de ayuda brindará "Esperanzas sin Fronteras"?
Los migrantes venezolanos durante su trayecto pasan por muchas dificultades. Con el programa ellos serán atendidos y sentirán que sus derechos fundamentales son respetados. Buscamos implementar iniciativas que atiendan a esta población en condición de vulnerabilidad.
— ¿En qué consiste la ayuda desde que el venezolano llega al Perú?
Cuando el migrante llega a Tumbes, tenemos espacios amigables donde los niños son apoyados socio-emocionalmente para que no tengan efectos secundarios en el futuro. A las familias les brindamos dos tipos de kits, dignidad y esperanza. El primero consiste en tener pañales, toallas, cepillos, pasta dental y recursos para acceso a la alimentación, todo aquello que necesita un migrante para llegar a su destino y el segundo es un kit con los mismos recursos que el primero pero con útiles escolares, un peluche y un cuento, todo destinado a niños.
— Entonces, ¿la ayuda solo se centra en la frontera?
No, una vez que el venezolano llega a su destino, la ONG también le brinda información de albergues temporales para que éste pueda asentarse ahí hasta regularizar su situación. En Lima hemos implementado 9 albergues. Nos hemos contactado con estos espacios que ya recibían venezolanos y lo que hemos hecho es mejorar la calidad de sus ambientes.
— ¿Tienen algún proyecto en mente que ayude al venezolano a superarse por sí mismo?
Sí. Vamos a hacer actividades para promover el emprendimiento de los migrantes y la inclusión cultural. Tenemos muchos venezolanos que vienen de su país con muchas competencias y habilidades, y que también tienen una profesión. Lo que queremos es que esas habilidades que los venezolanos tienen puedan ser plasmadas en un emprendimiento. Además que estos migrantes también puedan tener empleos formales.
— ¿Reciben apoyo en mayor medida de algún país extranjero?
Sí, tenemos 6 oficinas de soporte en Estados Unidos, Alemania, Canadá, Finlandia, Suiza y Taiwán, quienes son los encargados de distribuir el dinero que consiguen a través de donaciones y contribuciones. Los países donde más dinero se junta son Estados Unidos y Canadá.
— ¿Cuánto dinero se está invirtiendo en ayudar a los venezolanos que migran?
Hasta la fecha World Vision ha gastado aproximadamente 600.000 dólares.
— ¿Por qué una ONG tan importante sobre promoción de la justicia para niños no tiene una sede en Venezuela?
Nosotros actualmente no tenemos una sede en Venezuela porque no iniciamos un proyecto por la situación actual que tenga el país. Nosotros somos una organización cristiana de ayuda humanitaria e identificamos algunos países de ingreso de acuerdo a sus brechas y estándares nacionales, brechas de pobreza o de situación actual. En Venezuela, lo que se está haciendo es una evaluación de si podemos ingresar a ayudar en la situación actual, porque lo que nos interesa es la situación de la niñez. Que la niñez alcance su bienestar. World Vision está evaluando la posibilidad de ingresar pero también tenemos que evaluar las diversas condiciones que podemos tener para prestar la ayuda humanitaria que merecen los niños porque lo que queremos es el bienestar de la niñez.
— ¿Y cuánto tiempo vienen evaluando esta posibilidad?
Nosotros hemos iniciado este año la evaluación.
— ¿Por qué esperar tanto tiempo para plantearse la posibilidad de ir si el problema ya lleva varios años?
Recuerda que esta es una situación social, económica y política y nosotros entramos [a un país] por una situación social del bienestar de la niñez. Nuestra intervención es para la niñez. Lo que estamos haciendo es evaluar las condiciones para poder realmente llevar la ayuda humanitaria, que como comprenderás, no está siendo fácil en el contexto actual, si no podemos ayudar dentro de Venezuela, lo haremos desde nuestros países, para poder atender a esta niñez que también está en un alto riesgo de poder ser afectada en el futuro.
— ¿Cuál es una de las mayores dificultades que tienen las ONG's en Venezuela?
Una dificultad podría ser tal vez cómo llegar realmente a personas en condiciones de vulnerabilidad a través de sus programas, o sea cómo ellos podrían llegar o alcanzar y recibir la ayuda externa para que se pueda implementar dentro del país. Quizás también el principal desafío podría ser cómo llegar a esos niños, como recibir ayuda humanitaria externa. Entrar a Venezuela es evaluar si podremos recibir y entregar ayuda humanitaria dentro del país y también los riesgos que implica tener una ONG dentro del país. En eso consiste la evaluación.