La Alianza del Pacífico cumple un lustro, por Ana María Sánchez

La Alianza del Pacífico, creada el 28 de abril del 2011 en Lima, cumple hoy su quinto aniversario. Esta iniciativa peruana de integración regional constituye uno de los mecanismos más innovadores creados en la comunidad internacional en los últimos años y le cupo al Perú un rol clave en su creación y consolidación. Durante este lustro, la Alianza del Pacífico ha tenido significativos avances hacia el objetivo de construir un proceso de integración profunda, cuyas principales características han sido su dinamismo, pragmatismo y obtención de resultados concretos. Ello ha sido posible gracias a la firme voluntad y compromiso políticos de sus países miembros. En nuestro país, la participación en la Alianza del Pacífico se ha constituido ya en una política de Estado.

Quisiera compartir algunos de esos importantes logros que Chile, Colombia, México y el Perú, como miembros de la alianza, hemos alcanzado juntos. 

Hemos consolidado su estructura institucional con la entrada en vigencia, el 20 de julio del 2015, del Acuerdo Marco de la Alianza del Pacífico. Asimismo, con la próxima entrada en vigencia del protocolo comercial, el 1 de mayo, se liberalizará inmediatamente el 92% del universo arancelario y tendremos nuevas reglas de acumulación de origen y mecanismos de facilitación del comercio que dinamizarán el comercio intrarregional y facilitarán una mayor participación de nuestros países en cadenas regionales y globales de valor. Igualmente, venimos avanzando en el proceso de aprobación del Acuerdo de Creación del Fondo de Cooperación de la Alianza del Pacífico, que permitirá financiar proyectos de cooperación en los temas prioritarios de la alianza, como la innovación, la educación y las pymes, entre otros. Estos tres instrumentos constituyen el fundamento institucional de la Alianza del Pacífico.

De igual forma, hemos consolidado un área de libre circulación de personas para turistas y hombres de negocios y se vienen realizando esfuerzos para construir, entre los cuatro países, una plataforma de intercambio de información migratoria que permita avanzar hacia nuevas iniciativas, como la visa de la Alianza del Pacífico o la movilidad laboral. 

También se pueden destacar los proyectos vinculados a los jóvenes, como la plataforma de intercambio estudiantil y académico, que en tres años y medio ha permitido a más de 1.000 estudiantes y docentes estudiar e investigar en las mejores universidades de nuestros países, así como el programa de voluntariado juvenil y el programa de vacaciones y trabajo.

La proyección internacional que ha tenido la Alianza del Pacífico es uno de sus principales logros, no solo porque representa una plataforma en la que nuestros cuatro países se presentan en forma conjunta en el exterior –convirtiéndose así en un importante instrumento de promoción de las exportaciones y de captación de inversiones– sino también porque ha despertado el enorme interés de la comunidad internacional, que se ha reflejado en la incorporación de 42 estados observadores y el acercamiento a otros procesos de integración, teniendo en cuenta de manera especial la prioridad del Asia Pacífico. 

Como complemento a estos avances, quiero subrayar que la visión inicial de la Alianza del Pacífico se ha ido consolidando con el transcurso de estos cinco años: el impulso a la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas como un complemento fundamental a los esfuerzos de nuestros gobiernos para consolidar el desarrollo económico. Todo ello con el objetivo de alcanzar el fin último de todo proceso de integración: el mayor bienestar y una mejor calidad de vida para nuestros ciudadanos.

A pocos meses de culminar el presente gobierno y el ejercicio de la presidencia pro témpore de la Alianza del Pacífico, tengo la convicción de que en los próximos cinco años este importante proceso de integración seguirá siendo un eje central de nuestra política exterior y su proyección internacional, lo que nos permitirá enfrentar, aliados con nuestros socios de la alianza, los grandes retos del siglo XXI.