Hoy se cumple el primer aniversario del fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre el diferendo de delimitación marítima entre el Perú y Chile que resolvió la controversia de manera imparcial, definitiva y en concordancia con el derecho internacional. El 27 de enero del 2014 se convirtió en un día histórico para nuestro país, pues conseguimos el reconocimiento de nuestros derechos soberanos exclusivos en un espacio marítimo de más de 50 mil kilómetros cuadrados.
La experiencia exitosa para lograr dicho triunfo jurídico y diplomático debe ser vista como un modelo para otros asuntos de trascendencia nacional. La política de Estado ejecutada fue concertada con todas las fuerzas políticas del país, instituciones gubernamentales y organizaciones representativas de la sociedad civil. Se debe destacar en particular el importante compromiso político asumido por tres presidentes democráticos que mantuvieron la implementación de dicha política. El Congreso fue también un actor central que generó las instancias de coordinación entre los poderes Ejecutivo y Legislativo que fortalecieron la posición nacional y contribuyeron a una actuación coherente y firme del equipo peruano. El consenso político logrado sobre la base de la unidad nacional demostró ser fundamental para alcanzar el éxito obtenido en La Haya.
El Perú y Chile ejecutaron, en un plazo muy breve, la determinación conjunta de las coordenadas geográficas del límite marítimo, en cumplimiento del mandato de la CIJ. Estos trabajos concluyeron el 25 de marzo pasado. Su pronta ejecución constituyó un ejemplo para la comunidad internacional del cumplimiento expeditivo de una sentencia internacional. Entretanto, se ha procedido con la tarea de adecuar las legislaciones internas conforme al fallo. Al Perú tan solo le resta la adecuación de las normas de libertad de comunicación internacional, de conformidad con el artículo 54 de la Constitución.
Por otro lado, el reconocimiento de los derechos del Perú incrementó de inmediato la disponibilidad de recursos pesqueros. Las investigaciones del Instituto del Mar del Perú (Imarpe) en los nuevos espacios marítimos confirman que abunda la presencia de pota, bonito, perico, atún y, en especial, vinciguerria. El Ministerio de la Producción señala que la especie hidrobiológica denominada vinciguerria podría convertirse en la segunda biomasa con mayor presencia en el mar peruano. El desafío es explotar con eficacia y racionalidad los nuevos recursos.
Además, este espacio marítimo potencia el desarrollo de la actividad pesquera en el sur del Perú, en particular la pesca artesanal de altura. De hecho, la descarga de pesca en el puerto de Tacna, Morro Sama, se duplicó en el 2014, en comparación con el año anterior. Según la asociación de pescadores artesanales de este puerto, el 90% de las embarcaciones que zarpa de esa localidad prefiere pescar en el área peruana del antes denominado “triángulo interno”.
Al haber sido resuelta definitivamente la controversia marítima con Chile, quedó concluida la delimitación de todas las fronteras internacionales del Perú. Se ha generado un entorno propicio para fortalecer los lazos de integración y cooperación entre nuestros países. Un alto nivel de interdependencia y una mayor interacción consolidan una relación de buena vecindad en un clima de confianza y entendimiento mutuo.