Para las materias primas, es como si nunca hubiésemos llegado al siglo XXI. La última vez que el índice de retornos al inversor Bloomberg Commodity Index estuvo tan bajo, el producto más vendido de Apple Inc. era una computadora de escritorio y uno podía pagarla en francos y marcos alemanes.
El indicador que monitorea el desempeño de veintidós recursos naturales se desplomó dos tercios desde que alcanzó su pico y llegó al nivel más bajo desde 1999. Esto muestra que el llamado superciclo de las materias primas, un apetito de los fabricantes chinos por el carbón, el petróleo y los metales que impulsó un mercado alcista durante más o menos una década hasta el 2011, volvió a foja cero.
“En China había 1.300 millones de personas industrializándose. Nunca se había visto algo a esa escala”, dijo Andrew Lapping, vicejefe de inversiones de Allan Gray Ltd., una administradora de US$33.000 millones en activos en Ciudad del Cabo. “Pero simplemente no hay manera de que eso pueda proseguir indefinidamente. Solo se puede consumir hasta cierto punto”.
Si la desaceleración del crecimiento en China, que ahora se encamina a su ritmo más débil en veinticinco años, puso el primer clavo en el ataúd del superciclo, la Reserva Federal (FED) está a punto de martillarle el último.
La mayoría de los inversores espera que el primer aumento de las tasas de interés en Estados Unidos desde el 2006 tenga lugar el mes que viene, lo que ayudó a empujar el dólar cerca de 9% para arriba frente a una canasta de diez divisas principales este año. Este hecho no hace más que empeorar los problemas de las materias primas, la mayoría de las cuales tiene precios en dólares, al cortar el poder de gasto de los compradores mundiales de materias primas y volver más atractivos para los inversores otros activos que generan rendimientos, como los bonos y las acciones.
Récord
Ante un récord de demanda durante la primera década del siglo, productores de materias primas como Total SA, Rio Tinto Group y Anglo American Plc invirtieron miles de millones de dólares en proyectos de capital a largo plazo que dejaron al mundo inundado de petróleo, gas natural, mineral de hierro y cobre justo cuando el crecimiento de China está decayendo.
Un ajuste de las tasas de la FED y el alza subsecuente del dólar dificultarán la absorción de los excesos de oferta de materias primas. Los costos de minería y perforación que suelen pagarse en otras monedas disminuirán en relación a los dólares obtenidos con la venta de petróleo y metales en los mercados globales a medida que se aprecie el tipo de cambio de Estados Unidos. El rublo ruso cayó más de 30% frente al dólar los últimos doce meses, lo que ayudó a mantener la rentabilidad de los productores de acero y níquel del país y les permitió mantener los niveles de producción.
Si bien algunos operadores mundiales como Glencore Plc planean reducir la producción de cobre y zinc, otros, como los productores de mineral de hierro BHP Billiton Ltd., Vale SA y Rio Tinto están absortos en una “carrera al fondo” en tanto intentan expulsar a la competencia manteniendo la oferta a pesar de la depresión de los precios, según David Wilson, director de investigación sobre metales de Citigroup Inc.
“Con el impulso a la caída, es muy difícil decir que estamos llegando al fondo”, dijo Wilson.