"Los grandes cambios toman tiempo. Es imprescindible asumir que nuestros problemas como país no serán resueltos en pocos años". (Ilustración: Giovanni Tazza)
"Los grandes cambios toman tiempo. Es imprescindible asumir que nuestros problemas como país no serán resueltos en pocos años". (Ilustración: Giovanni Tazza)
Gabriela Perona Zevallos

Esta semana cumplimos 199 años de vida independiente. Empieza una cuenta regresiva a uno de los hitos principales de conmemoración por nuestro bicentenario. Sin embargo, este aniversario está marcado por una crisis sanitaria, económica y humanitaria que, algunos consideran, no tiene paralelo sino desde la guerra con Chile. Se pusieron de manifiesto entonces las enormes brechas en las que, como nación, hemos venido trabajando hace largo tiempo, pero que también hemos dejado de lado con la misma consistencia. ¿No son nuestros muertos los mismos de todas nuestras guerras? Los indígenas, los trabajadores informales, los servidores públicos, los adultos mayores, las mujeres y niñas: los rostros más vulnerables. ¿Celebrar? En efecto, no parece haber mucho por qué hacerlo.