Ginevra Baffigo

“Toda mi vida dependía de una apuesta”. Como Aleksej, el protagonista de “El Jugador” de Dostoievski, el pasado 9 de junio se jugó en la ‘roulette’ su supervivencia en el Elíseo hasta el 2027.

Tras la inédita victoria de la extrema derecha deen las elecciones europeas, aseguró que una “fiebre se había apoderado del debate público”. Sin embargo, con la codicia propia de un ludópata, el presidente francés lo apostó todo al ‘zéro’; es decir, al artículo 12 de la . Disolvió la y convocó elecciones legislativas anticipadas.

El domingo siguió los saltos de esa perla caprichosa sobre los números rojos y negros. Sin embargo, como le pasó a Jacques Chirac en 1997, la jugada le salió mal. La bola no cayó en el cero. El ‘croupier’ de las urnas gritó ‘noir’.

Le Pen cosechó un segundo resultado histórico en tres semanas. Su y aliados se posicionaron como primera fuerza de cara al balotaje. El partido de Macron quedó en tercer lugar.

Las ganas de revancha y la certeza de una inminente cohabitación lo llevaron a apostar de nuevo. Esta vez, entre el ‘rouge’ y el ‘noir’.

Optó por la primera opción. Esta semana se alió con verdes, socialistas y comunistas del , el segundo bloque más votado el 30 de junio. Juntos retiraron a más de 200 candidatos para evitar que se disperse el voto.

Y es que hay unos 300 escaños en juego. El número mágico esta vez es el 289, la mayoría absoluta. La alianza de Macron con los izquierdistas busca mantener lejos de ese umbral a RN. Y la “jugada”, ahora, apela más al cálculo que a la suerte. Según la última encuesta de Le Pen obtendría entre 175 y 205 escaños.

Pero la gran alianza, que podría apoyarse en un gobierno técnico, ¡no suena a la ‘Vie en Rose’ para Macron! Los izquierdistas pueden complicar aún más su lucha contra el déficit, y el ‘rouge’ incluye a de .

El presidente francés aseguró que no gobernará con los “insumisos”. Veremos. Pero jugar a la ruleta con la extrema izquierda es un azar. La bola la mueve un electorado abrumado por la pérdida de poder adquisitivo, testigo del aumento del antisemitismo y asustado frente a las ‘banlieue’ en llamas.

Pese a ello, mañana la ‘roulette’ de Macron volverá a girar. Si bien se redujeron las chances para que RN se convierta en el primer partido de extrema derecha en entrar al Gobierno Francés desde 1945, el presidente tendrá que pagar sus deudas de juego. Y, por más que se prometa –como Aleksej– “¡mañana termina todo!”, parece que lo hará solo hasta la próxima apuesta.

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Ginevra Baffigo es Conductora de Visa para el Mundo en Canal N

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