Cuando ocurre un desastre, para cualquier persona es devastador perder, de un momento a otro, todo por lo que luchaste en tu vida: tu casa, tu terreno, tus animales y, lo que es peor, tu salud y hasta la vida de tus seres queridos.

Son momentos críticos que marcan a las personas para toda la vida.

Es en esos momentos de extrema vulnerabilidad, cuando las sociedades demuestran su empatía con aquellas personas que están sufriendo. Algunos me dicen que “es de buenos cristianos” apoyarnos entre nosotros, pero yo diría que es más que eso. Es de buenas personas, es de seres humanos, preocuparnos por servir en esos momentos críticos a nuestros hermanos necesitados.

Y es ante esas situaciones que el empresariado juega un papel importantísimo.

Es un hecho que, ante los desastres de gran magnitud, las empresas siempre han participado apoyando, como pueden y donde pueden, a las personas que tienen a su alcance.

Pero desde el 2017, el sector privado viene trabajando de una manera diferente. Y es que, desde , buscamos que estas acciones se coordinen mejor, trabajando en equipo para que seamos mucho más eficientes desde el punto de vista logístico, más potentes por la magnitud de los bienes y servicios entregados, y más precisos para llegar a las personas que realmente lo necesitan.

Y para lograr esto es fundamental trabajar, también en equipo, con el Indeci, que es el responsable de la gestión de riesgo de desastres en el país.

¿Y por qué es importante trabajar con el Estado? Porque el principal actor en la atención de la población en caso de desastres son las municipalidades. Ellos son los que tienen el conocimiento del caserío x, de la quebrada y, que nosotros desde el sector privado no conocemos.

El Indeci tiene acceso a todos los municipios del país a través de los gobiernos regionales. Además, lidera el centro de comando y control de desastres en el país, que es el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN). Son ellos los que concentran y sistematizan la información de todo el , lo que les permite priorizar las zonas donde realmente se necesita operar. La priorización es fundamental porque, ante desastres de gran magnitud como el que estamos viviendo por las lluvias, los recursos siempre son escasos ante la gran necesidad.

Un tema crítico para la atención de desastres es el manejo de la información, y es que la gran mayoría de alcaldes no es consciente de que el reporte de los daños es un papel esencial en su función. Creen que, por llamar a un medio de comunicación o pedir ayuda verbalmente a un ministro o a un congresista, ya están cumpliendo con su papel de informar, y no es así. Este problema trae como consecuencia una demora en la priorización antes mencionada.

En cuanto al sector privado, Hombro a Hombro viene trabajando desde el 2017 en todos los desastres que hemos sufrido en el país, con particular relevancia durante la , cuando hicimos posible, entre otras cosas, la llegada del primer millón de vacunas al Perú, rompiendo la inercia de la guerra que estábamos perdiendo ante el , con más de doscientos mil compatriotas muertos.

Recuerdo con emoción, cuando con Carlos Neuhaus, Vicepresidente de Hombro a Hombro, nos ofrecimos a apoyar con el servicio logístico para traer ese primer millón de vacunas que el Perú había comprado, y que necesitábamos a gritos. Chile ya había comenzado la vacunación de su gente en diciembre del 2020 y nosotros, ya en el 2021, no teníamos vacunas, que era la única forma de parar la pandemia y, mientras tanto, centenares de muertes diarias sucedían en nuestro país.

En tan solo dos o tres días, diseñamos la mejor manera de traer ese valiosísimo cargamento al Perú, con mucho cuidado (por el tema de las temperaturas de conservación) y con todos los seguros habidos y por haber… y más de 20 empresas nos apoyaron. ¡Lo logramos!

Algo parecido acabamos de hacer en el Perú a raíz de las lluvias. El Estado nos pidió apoyo logístico para trasladar 460 toneladas de bienes de ayuda humanitaria desde los almacenes de Indeci en Lima para llevarlos al Callao, y cargar el BAP Pisco para llevar la ayuda al norte del país. Y luego desde el puerto de Paita, en sentido inverso, hacia su destino en Tumbes, Piura y Lambayeque. En dos días convocamos a muchas empresas con voluntad de ayudar y logramos más de 85 viajes de camiones para cumplir con la operación.

Es muy emocionante la contundencia y la rapidez con la que actuamos, con total desprendimiento y adaptándonos a las difíciles circunstancias y constantes cambios.

Hombro a Hombro se ha convertido en un frente empresarial ante desastres, gracias el impulso inicial de los grupos Breca, Intercorp y Gloria, y soportado ahora por un patronato formado por 63 empresas de todos los sectores y de todos los tamaños. Estamos orgullosos de lo que hemos logrado y estamos seguros de que seguiremos desempeñando un papel importante cuando se requiera de la empresa peruana.



*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Juan Manuel Arribas Berendsohn es director ejecutivo de Hombro a Hombro

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