En un hecho sin precedentes, medios de comunicación de todo el mundo difundieron la década pasada millones de documentos confidenciales que dejaron al descubierto prácticas sofisticadas de elusión y de evasión de impuestos, a través de las que empresas y personas con alto patrimonio trasladaban ingentes ganancias a territorios de baja o nula tributación, afectando así la recaudación en sus países de origen.
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Para combatir estas prácticas, el G-20 le encargó a la OCDE que implementara herramientas para la promoción de la transparencia de la información fiscal y financiera, y para la protección de la integridad de los sistemas tributarios locales. Uno de esos instrumentos fue el acceso a la información bancaria agregada de los usuarios financieros.
Esta herramienta, adoptada por el Perú mediante los decretos legislativos 1313 y 1434, le permitirá a la Sunat elaborar perfiles de riesgo, incentivar el cumplimento oportuno de las obligaciones tributarias y reducir los costos del ejercicio de la fiscalización, haciéndola más eficiente.
Su implementación se da en el marco de la Convención sobre Asistencia Administrativa Mutua en Materia Fiscal (2018), que habilitó al Perú a intercambiar información fiscal y financiera con más de 140 países y jurisdicciones, incluyendo algunos lugares en los que, hasta hace unos años, el secretismo era regla.
Para integrar esta cruzada mundial contra la elusión y la evasión tributaria, la Sunat tuvo que cumplir estándares de seguridad y confidencialidad de la información exigidos por la OCDE. En materia de personal y seguridad física, por ejemplo, acreditó tener un equipo profesional exclusivo para el manejo de esta información, que ha sido evaluado bajo estrictas pruebas de integridad y que ocupa ambientes privados con controles de acceso biométricos. En materia de sistemas, la Sunat cuenta con servidores independientes para el almacenamiento de la información y con equipos cuya seguridad es la misma que la de las administraciones tributarias de los países desarrollados.
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Con el acceso a la información financiera siguiendo los estándares de la OCDE, el Perú le demuestra al mundo su compromiso con la transparencia y se presenta como un país confiable para atraer más inversión y cooperación internacional. Además, da un paso importante hacia la justicia tributaria, al reducir espacios para la ilegalidad, la evasión y la elusión, y asegurando que quienes hoy no pagan sus impuestos, lo hagan, recaudando así mayores recursos para mejorar la calidad de vida de la población.
La gran mayoría de los países de la región ya siguen esta ruta. No solo nuestros socios de la Alianza del Pacífico, sino también otros como Argentina, Brasil, Uruguay, Ecuador y Costa Rica. El Perú no puede quedarse rezagado.
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