Un Perú en el que nadie se quede atrás, por Igor Garafulic

La conmemoración del bicentenario de la independencia del Perú ha coincidido con la asunción del señor Pedro Castillo como presidente constitucional de la República, y desde el Sistema de Naciones Unidas le deseamos los mayores éxitos en su gestión. En un contexto de pandemia y crisis multidimensional, el nuevo gobierno enfrenta un conjunto de desafíos sin precedentes, tanto de carácter histórico como de reciente data. Como destacó el señor presidente en su primer mensaje a la nación, entre los encargos más urgentes están culminar con el proceso de vacunación de toda la población y lograr la recuperación socioeconómica.

El más reciente Análisis de País elaborado por Naciones Unidas nos ha permitido identificar varios desafíos prioritarios para el desarrollo sostenible del país en el mediano y largo plazo. Si bien el Perú ha tenido importantes avances en el cumplimiento de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aún resta mucho trabajo para alcanzarlos. Más aún, la pandemia ha profundizado los problemas estructurales del país y ha ampliado brechas en temas vinculados a la salud (incluyendo la salud sexual y reproductiva), educación, nutrición y empleo, entre otros.

Nuestro análisis actualizado señala que, de manera adicional a los desafíos estructurales e institucionales que venía enfrentando el país, en el último lustro han surgido al menos cuatro nuevos desafíos que configuran las perspectivas para el desarrollo sostenible en esta década. En primer lugar, sin duda, la pandemia por el COVID-19 es un fenómeno sin precedentes en el último siglo y que sigue teniendo impactos sanitarios y socioeconómicos especialmente profundos y complejos de abordar. En segundo lugar, enfrentamos una persistente inestabilidad en el más alto nivel político (explicada por diversos factores) que puede perjudicar el avance de las políticas públicas para el desarrollo en la dimensión social, económica y ambiental.

Un tercer nuevo desafío es la integración social de más de un millón de refugiados y migrantes procedentes de Venezuela, el cual exige acciones que permitan aprovechar el potencial aporte al desarrollo de estas personas. Finalmente, otro nuevo y gran desafío identificado es el incremento significativo del riesgo de desastres por el cambio climático, afectando principalmente a los sectores más vulnerables de la sociedad.

Para contribuir al país de manera eficaz en el abordaje de estos y otros aspectos del desarrollo, hoy nos encontramos finalizando nuestro nuevo Marco de Cooperación para los siguientes cinco años.  Este Marco, que guiará el trabajo de más de 20 agencias, fondos y programas, establece cuatro prioridades estratégicas que responden a nuestro análisis de país y están alineadas a la Agenda 2030, a la Visión del Perú al 2050 y a las políticas de Estado del Acuerdo Nacional: bienestar de las personas; gestión ambiental, del cambio climático y del riesgo de desastres; competitividad y productividad; y gobernanza democrática efectiva.

Hemos elaborado este plan de acción para 2022-2026 con insumos del Estado, sector privado, sociedad civil y academia. En el contexto del bicentenario y sus grandes desafíos, ponerlo en práctica permitirá al SNU reafirmar su compromiso con el Perú y poner a disposición las capacidades de sus agencias, fondos y programas para contribuir con el cumplimiento de los ODS y lograr un país en el que nadie se quede atrás.