A solo semana y media para elegir un nuevo Congreso, nada es seguro. Las últimas encuestas revelan que la mitad de los electores no tiene aún decidido por qué partido votar. Así las cosas, ninguna proyección acerca del probable número de curules por bancada –o de “congresistas fijos”– es certera. Vendrán nueve días en los que cientos de candidatos se jugarán sus posibilidades al todo por el todo.
¿Y los electores estamos haciendo nuestra tarea? Las encuestas ilusionan a algunos, pero los debates programáticos –como los tres que ha estado organizando el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) en Lima– demuestran que sí hay propuestas. No abundan, pero están allí y hay que salir a buscarlas, porque si no, correremos el riesgo –ya alertado en esta columna desde el año pasado– de elegir una representación peor que la que fue disuelta en setiembre.
¿Qué deberíamos buscar? Respuestas concretas. Despreciar la demagogia (“Páguenme sueldo mínimo nomás, yo feliz de servir al pueblo”) y, si es de los que presume de votar bien en cada elección, hacer las preguntas que sirvan para saber si ese candidato que ha llamado su atención tiene respuestas a sus inquietudes. En mi caso, expongo algunas de ellas.
¿Como congresista apoyaría la eliminación del voto preferencial para el 2021 (y no tener que esperar cinco años más)? ¿Votaría a favor de medidas que garanticen paridad y alternancia entre hombres y mujeres en las listas parlamentarias para el 2021 (y no aguardar al 2031, como está previsto)? ¿Propondría cambios en la norma vigente para la elección de magistrados al Tribunal Constitucional o dejaría las cosas tal como ahora? ¿Cree en la necesidad de elecciones internas (primarias abiertas, obligatorias y simultáneas) para todos los partidos, nuevos y antiguos, con miras al Congreso del 2021?
Eso en cuanto a la reforma política. Se trata de trabajar, en serio, para lograr un mejor Legislativo y el tiempo vuela. Por cierto, no son las únicas preguntas posibles, pero para mí son prioritarias si queremos que las cosas mejoren en serio.
¿Tiene propuestas para combatir la delincuencia que vayan más allá del aumento de penas (lo que ha resultado insuficiente)? ¿Cuáles son? ¿Qué papel le toca al Congreso en la aprobación de normas y el financiamiento efectivo para la lucha contra la violencia a la mujer?
La lista no acaba aquí, pero son mis prioridades. IDEA Internacional, Transparencia y Naciones Unidas han preparado cartillas que orientan al elector acerca de qué esperar del próximo Congreso. Sigamos atentos a los debates programáticos y veamos qué tal le va a usted.