"La caída de la inversión en el Perú solo se explica por la gestión del Gobierno. No hay confianza, y el presidente no sabe cómo crearla, más allá de las palabras". (Foto: Presidencia Perú).
"La caída de la inversión en el Perú solo se explica por la gestión del Gobierno. No hay confianza, y el presidente no sabe cómo crearla, más allá de las palabras". (Foto: Presidencia Perú).
/ Juan Carlos Guzman Negrini
Federico Salazar

“Los empresarios tienen todas las garantías para invertir en el Perú. En el Perú existen y seguirán existiendo seguridad jurídica y reglas claras”, dijo el presidente en la última CADE Ejecutivos.

No hay cómo creerle. Revela, más bien, gran desparpajo para la actuación y la falsedad.

No hay seguridad jurídica si el Gobierno modifica las tasas impositivas sin ampliar la base tributaria. No hay reglas claras si cambian de la noche a la mañana los criterios tributarios.

No hay seguridad jurídica si la propiedad es atacada y la autoridad, en vez de defenderla, pacta con los violentistas.

La presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez, firmó un acta para negociar el cierre de las minas Apumayo, Breapampa, Inmaculada y Pallancata.

“Se revisará −dice el documento− el proceso de cierre de la actividad minera con la participación de las comunidades”. ¿Es este el concepto de seguridad jurídica? ¿Son estas las acciones que confirman la seguridad de las inversiones?

El Gobierno no está interesado en la seguridad jurídica para las inversiones. Ni siquiera lo está en la seguridad jurídica en general.

¿Cómo puede hablarse de seguridad jurídica si el principal objetivo de este Gobierno es romper la Constitución para instaurar una asamblea constituyente?

El propio presidente Castillo lo dijo en su discurso por los logros de los cien primeros días en Ayacucho.

La asamblea constituyente, dijo, es un reclamo popular, que se encuentra en manos del “pueblo organizado”. “Creo importante manifestarles lo de la asamblea nacional constituyente, que es un grito popular. Lo dijimos ante el Congreso de la República y hoy está a instancia del pueblo. El pueblo organizado tendrá que asumir su propio camino”, declaró Castillo en la Plaza de Armas de Ayacucho.

Solo hablar de una asamblea constituyente representa, por sí solo, una ofensiva contra la estabilidad de las instituciones. Nuestro orden constitucional no reconoce una asamblea como esta. ¿Cómo podría generar seguridad jurídica?

La caída de la inversión en el Perú solo se explica por la gestión del Gobierno. No hay confianza, y el presidente no sabe cómo crearla, más allá de las palabras.

Las palabras no reemplazan a las acciones. El Gobierno habla con acciones; el presidente, con palabras. El palabreo presidencial, claramente, no es suficiente. Se requiere coherencia y contundencia.

El Perú sufre una crisis de credibilidad. No es una crisis cualquiera, es una crisis severa. Solo se puede enfrentar la misma, si se quiere hacerlo, con resolución.

Para dar señales que generen seguridad, el presidente Castillo tendría que abandonar su bandera de la asamblea constituyente. Difícilmente hará algo así. Es bueno que el presidente hable de seguridad jurídica. Sería mejor, no obstante, que no hable por hablar, sino que asimile el concepto.

¿Pretende el mandatario engañar a los empresarios e inversionistas? ¿Para qué, entonces, habla de cosas que no respalda con sus acciones?

Castillo sabe que la economía del país depende de las inversiones. Quiere hacer creer que la inversión en el Perú está segura. Por eso invita a los empresarios a invertir sin temores.

Los inversionistas no son ingenuos. Se guían más por hechos que por palabras. El presidente tiene discursos contradictorios y los hechos no lo respaldan. Debería dejar de lado la palabrería, que no sirve para nada.