"rump dirige el alicaído imperio del norte a punta de tuits y en sus apariciones públicas sorprende, incluso a los miembros de su administración, con aseveraciones delirantes e insensibles".  REUTERS/Lucas Jackson/File Photo/File Photo
"rump dirige el alicaído imperio del norte a punta de tuits y en sus apariciones públicas sorprende, incluso a los miembros de su administración, con aseveraciones delirantes e insensibles". REUTERS/Lucas Jackson/File Photo/File Photo
/ Lucas Jackson
Carmen McEvoy

Muchos artículos se han publicado últimamente sobre Donald Trump, el ‘divider in chief’, quien, qué duda cabe, exhibe un temperamento autoritario, carece de compasión y mucho menos del liderazgo moral que una crisis sanitaria, y una revuelta social de esta magnitud, requieren. Porque en lugar de apaciguar los ánimos, asegurando que se hará justicia para George Floyd, el dueño de cuestionadas empresas y un vocabulario elemental amenaza con usar “armas peligrosas”, soltar “perros rabiosos” y convocar a sus seguidores –armados hasta los dientes– contra millares de ciudadanos que protestan públicamente frente a un racismo estructural.

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