Juan Silva Villegas, exministro de Transportes y Comunicaciones, sigue prófugo. Se le atribuye haber recibido S/100 mil de un soborno por parte de Zamir Villaverde, actualmente detenido.
Nuevos audios revelarían que parte de ese dinero sería para el presidente Pedro Castillo. Hay que recordar que, entre agosto y setiembre, Silva habría pedido a Villaverde S/30 mil para el mandatario, según un colaborador eficaz.
Juan Silva fue nombrado, desde el inicio de este gobierno, por Pedro Castillo. Preguntado por su calificación personal, dijo Silva que sí tenía experiencia para estar a cargo del MTC porque “yo soy conductor […] tengo mi brevete” (Radio Exitosa, 3/6/2022).
Silva Villegas tiene una denuncia por violencia contra su expareja. Fue gerente de una empresa de transporte no autorizada. Manejaba una miniván que hacía colectivo no autorizado. Tiene dos papeletas de infracciones graves y una de leve, desde el 2015.
El presidente Pedro Castillo ratificó en el cargo varias veces a Juan Silva, a pesar de los cuestionamientos. La ratificación aseguraba “la continuidad de proyectos y megaproyectos del Gobierno” (MTC, Nota de prensa, 8/2/2022).
El interés en los proyectos y megaproyectos, como se ve, estaba en las “gestiones” de Villaverde. También, en la designación de funcionarios clave.
La exviceministra de Transportes, Fabiola Caballero Sifuentes, renunció a su cargo denunciando un “copamiento laboral” y diciendo que el MTC se había convertido en una “agencia de empleos”.
El segundo vicepresidente del Congreso, Enrique Wong, agradeció a Silva el nombramiento de un asesor suyo, Manuel Talavera, como presiente de Enapu.
Una grabación lo atestigua. Wong visitó varias veces el MTC antes del nombramiento, como reveló “Panorama”. El tráfico de influencias no se limita a los llamados “niños” de los congresistas.
Otro asesor parlamentario de Wong, Carlos Rodríguez Cervantes, fue propuesto por Silva para miembro del directorio de Enapu. No fue aceptado por Fonafe, aunque Silva insistió. Luego, el exministro lo propuso para presidente del directorio de la Autoridad Portuaria Nacional.
Víctor Zavaleta, asimismo asesor parlamentario de Wong, fue propuesto para presidente del directorio de Córpac. El congresista ha confirmado que dio su “apoyo”, pero sostiene que eso es normal, porque muchas veces se lo piden por ser representante del Callao y trabajar con sindicatos.
Este es solo un ejemplo del tráfico de influencias que sostiene a este gobierno. Sobre otros sectores, como Salud, Interior, Desarrollo Agrario, Educación, existen denuncias similares.
A Bruno Pacheco, exsecretario del despacho presidencial, se le encontraron US$20 mil en el baño de su oficina en Palacio de Gobierno. Hoy está prófugo de la justicia.
Aníbal Torres, el presidente del Consejo de Ministros, se encontró con él. En su inverosímil versión, una señora o señorita lo llamó por teléfono para pactar la cita. Se encontraron en una calle de San Borja.
El ministro Torres ha dicho que se encontró con él porque le interesaba saber de su situación. Según Karelim López, sin embargo, el clandestino encuentro se habría dado para ofrecer alguna salida para Pacheco.
No sorprende, pues, que hoy no se encuentre a Pacheco ni a Silva, ni al sobrino del presidente. Todos ellos están involucrados en la danza de coimas e influencias. ¡Qué otros encuentros clandestinos se habrán dado!
La verdad se abrirá paso, aunque demore más de lo que puede soportar el país.