El mensaje presidencial hizo un recuento de las medidas que se han implementado en los últimos años y en particular durante la pandemia, y lo que se busca en el último año de gobierno, camino hacia el bicentenario. Tres temas llaman la atención: salud, pobreza e informalidad.
Primero, el sector salud se llevó una gran parte del mensaje. No es una sorpresa después de que la pandemia haya golpeado y mostrado sus deficiencias. El presidente mencionó un incremento del presupuesto, construcción de establecimientos de salud, lucha contra la anemia, unificación del sistema público y fortalecimiento del primer nivel de atención. No obstante, no se ha hecho énfasis en cómo mejorar la eficiencia del sistema, en donde la proporción de gasto administrativo ronda el 20%. En ese sentido, es imprescindible buscar las islas de eficiencia dentro del sistema y el fortalecimiento del trabajo conjunto con el sector privado. Hay que explotar los mecanismos como las asociaciones público-privadas, obras por impuestos y la modalidad Gobierno a Gobierno, empaquetar regionalmente las inversiones en salud y medir la productividad de los servicios en función a las necesidades de la población.
Segundo, en cuanto a la pobreza, se resaltó la inversión que se ha hecho en la entrega de las transferencias por emergencias que alcanzaría a aproximadamente 8,5 millones de hogares. También se ha aprobado una transferencia adicional para estos hogares, de acuerdo con el nuevo padrón elaborado por el Reniec. No obstante, es necesario mencionar algunos temas. Primero, es importante continuar con las transferencias durante el 2021, con mucho énfasis en la mitigación de la pobreza, alineada con la recuperación económica. Segundo, se tiene un padrón con el que se ha trabajado con el Reniec. Este padrón debe ser el que maneje el Estado para comenzar a ordenar la protección social del país. Tercero, acompañar estos bonos con inversiones en mejora en la calidad de servicios: agua y saneamiento, electricidad y calidad de la vivienda. Cuarto, mayor inversión en los programas de apoyo temporal y programas de capacitación durante este año que contribuyan a la reinserción laboral. Quinto, también es necesario pensar en aquellos que están en planilla, pero que han visto reducido sus ingresos; sería necesario continuar con subsidios en la planilla. Sexto, no queda claro cuál es el plan de corto plazo para la reactivación económica. En particular, se necesita de un impulso fuerte a la minería, a la agroexportación y a los servicios que rodean a estas.
Pero, y en tercer lugar, las grandes ausentes son la lucha contra la informalidad y protección del empleo formal. Se han dejado de lado los dos temas más importantes: la reforma laboral y la reforma tributaria. Los temas como la búsqueda de la flexibilización en la contratación, la reducción de costos laborales como los implementados en el régimen de la pequeña empresa y que habría contribuido al aumento de la formalidad, la construcción de un sistema de protección social que proteja al trabajador ante choques de desempleo, choques de salud y pensiones y la implementación de un sistema tributario más gradual que evite la atomización de las empresas son aspectos que se deben trabajar.
En resumen, se debe destacar el interés por atender rápidamente la emergencia con transferencias que buscan mitigar el impacto de la pandemia sobre la pobreza y que fomenten la ruptura de la cadena de pagos y la reactivación de la economía. De manera particular, se aplaude el mayor énfasis en la mejora del sector salud. Sin embargo, lamentablemente, casi nada se ha hablado de la informalidad, la reforma laboral y la reforma tributaria que han mostrado lo frágil y vulnerable que es el país. El camino hacia el bicentenario no es nada fácil y este debe venir acompañado de una mirada de cambio estructural que luche contra la informalidad y se enfoque en el aumento de la productividad de las personas y en el mejoramiento de la calidad de vida de las personas para los próximos 10 años. Como dijo el presidente, esta crisis trae una oportunidad, debe ser una oportunidad en la que el horizonte sea 10 años y no solo un año. ¡Un fuerte abrazo por Fiestas Patrias! Que sea un tiempo para mostrar nuestra empatía y solidaridad con los que nos rodean.